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El Ayuntamiento cree que 7.000 árboles pueden desplomarse, pero no sabe cuáles

Antonio Jiménez Barca

En las calles de Madrid se agazapan 7.000 árboles enfermos o podridos con un "elevado índice de peligrosidad vial", esto es, con probabilidades de que se les caigan ramas o que se tronchen enteros, según los cálculos de los expertos municipales del departamento de Parques y Jardines. El problema se complica porque los técnicos desconocen dónde están. Para averiguarlo antes de que se desplomen encima de los peatones o de los coches, el Ayuntamiento piensa pagar a una empresa 500 millones a fin de que elabore un inventario minucioso de, todos y cada uno de los 205.000 árboles callejeros que alberga la capital. El municipio ya ha presentado un pliego de condiciones para que las distintas compañías opten a este trabajo y espera tener resuelto el concurso el mes de septiembre.Además de estos ejemplares, los técnicos del Área de Parques y Jardines calculan que existen otros 15.000 con un "importante índice de peligrosidad". ¿De dónde ha extraído el Ayuntamiento estos datos? De un inventario, elaborado por los propios funcionarios municipales, en el que se rastreó el 31% de la población arbórea de la ciudad. Este estudio se llevó a cabo en determinados lugares de los distritos de Chamberí, Centro, Arganzuela, Carabanchel, Usera, Villaverde y Vallecas Villa. Extrapolando el número de árboles gravemente enfermos que resultó de ese sondeo a todo Madrid se obtiene el dato de los 7.000. Los técnicos de Medio Ambiente del Ayuntamiento apuntan, en el pliego de condiciones del concurso, qué es lo que provoca la decrepitud y las enfermedades en la población vegetal madrileña: "Las obras públicas y privadas, el reducido espacio, las redes de servicio y el vandalismo".

Además, prosiguen los técnicos, hay que tener en cuenta "las adversas condiciones climáticas de la última década". En especial, el informe alude a la sequía que asoló el país en 1992. Aquel año, se prohibió regar en Madrid los parques y jardines, así como los árboles callejeros, a no ser que se utilizara agua reciclada. Dentro de los planes "urgentes" que el Ayuntamiento tiene preparados para esos árboles gravemente enfermos, se cuenta un tratamiento de choque que prevé o bien talar el ejemplar, o bien curarlo a base de "cirugía arbórea". Esto último consiste en tratar cada hueco o pudrición de forma particular, según su sintomatología.

Cada árbol de la ciudad tendrá un 'carné de identidad' en el que figurán todos sus datos

La empresa que gane el concurso, además de tratar o talar los ejemplares enfermos, deberá hacer una ficha de cada árbol de la ciudad. Así, el Ayuntamiento dispondrá de una lista con las particularidades de todos los ejemplares (envergadura, altura, nivel de peligrosidad, situación ... ). Los 500 millones que costará el inventario serán financiados, en un 80%, por la Unión Europea dentro de sus ayudas al Medio Ambiente. El portavoz del grupo municipal socialista, Juan Barranco, sostiene que contratar a una empresa para que efectúe el inventario "es un completo despilfarro"."Se podía haber encargado esto a las empresas privadas que ya se ocupan de cuidar los árboles callejeros, o haber utilizado a los funcionarios que ya efectuaron el primer estudio. ¿Por qué se cuenta el 31% y luego se abandona?", pregunta el concejal socialista.

El edil de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorry, responde: "Porque esos funcionarios se necesitaban para otra cosa y porque es mucho mejor que este inventario -y la posterior curación de los ejemplares enfermos que se puedan recuperarlo lleve a cabo una empresa especializada". García-Loygorri recuerda que en Madrid "hay árboles muy viejos". "No es que en Madrid se trate mal a los árboles y que éstos enfermen más que en ningún sitio; no hay que olvidar que los árboles nacen, crecen y mueren como cualquier ser vivo. Lo que hay que hacer es descubrir dónde están esos árboles casi muertos, para evitar que se caigan encima de uno", concluye el responsable de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid.

Parapléjica

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Esto último no es una broma: en abril de 1993, una mujer que por entonces contaba 18 años quedó parapléjica tras caérsele encima una gigantesca rama de un árbol de la calle de Sáinz de Baranda. La compañía de seguros del Ayuntamiento la indemnnizó con 73 millones, y la concejalía de Medio Ambiente, en aquel tiempo en manos de Esperanza Aguirre, actual ministra de Cultura, añadió 20 millones más.

El árbol en cuestión estaba viejo y muy mal conservado, según corroboraron en aquel tiempo expertos municipales del departamento de Parques y Jardines, que añadieron que en la ciudad ya entonces muchos árboles eran "un peligro". Por otra parte, el Ayuntamiento destinará 200 millones de pesetas para repoblar determinadas zonas verdes de la ciudad. Este dinero servirá, entre otras cosas, para arbolar medianas y zonas verdes concretas, como el parque Calero, en Ciudad Lineal. De cualquier forma, las mejoras llegarán a la totalidad de los 21 distritos de la ciudad.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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