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El nieto de Joan Miró desempolva joyas de Picasso y Braque en la biblioteca de su abuelo

Joan Punyet cataloga los 1.300 libros que el pintor reunió en más de setenta años

Pablo Picasso poseía dos excelentes cuadros de su amigo Joan Miró, los iniciáticos Autorretrato (1919) y Retrato de una bailarina española (1928), pero Miró nunca tuvo un picasso importante o significativo entre las pocas obras de otros pintores que formaban su paisaje plástico privado. Catorce años después de la muerte del genial pintor catalán (Barcelona, 1893-Palma, 1983), su tercer nieto, Joan Punyet Miró, acaba de descubrir en su biblioteca de Mallorca un desconocido dibujo trabajado con aguada y cera de Picasso (80x50), con una dedicatoria en catalán: "Per a Miró, el seu amic de sempre. Picasso. (Para Miró, su amigo de siempre.)". Además, Punvet ha encontrado una aguada de Georges Braque.

La obra de Picasso se hallaba escondida desde hace años entre las guardas de una lujosa edición litográfica de Tauromaquia (1959). El dibujo está datado en 1963 y refleja una escena de lidia, con picador, toro y torero. En la biblioteca de Mallorca de Joan Miró han aparecido otras joyas inéditas que ayudarán a comprender el universo literario de Joan Miró. El autor del Guernica obtuvo muy pronto los mirós citados por vías indirectas -fue uno de sus primeros clientes- a través de un galerista arruinado -Dalmau- o de marchantes dadivosos, pero Joan Miró nunca cobró por ellos. "Picasso jamás regaló un cuadro destacado a su gran amigo Miró y- ahora hemos des cubierto este obsequio secreto, como un diamante en una mina", explica Joan Punyet, que se dedica durante estas semanas a catalogar e inventariar los 1.300 libros que formaban la biblioteca esencial y personal de su abuelo.Dibujos y dedicatorias

Muchas ediciones artísticas conocidas, así como los dibujos y dedicatorias originales incorporadas, estaban guardadas en el despacho y estudio de lectura de Miró, situado al margen de su taller de grabado y del edificio para pintar que le levantó Josep Lluís Sert. Miró leía y escribía, sigiloso y aislado, en la segunda planta de su casa en Son Abrines de Palma, junto a la actual fundación Pilar i Joan Miró.

Además, entre libros de arte y breves rastros de la biblioteca de la madre de Joan Miró, han aparecido otros hallazgos singulares, como pétalos de rosa ignotos entre páginas calladas: una aguada de Georges Braque, adjunta en su obra La liberté de la mer; un dibujo con dedicatoria en un libro de Salvador Dalí, y decenas de ediciones con dedicatorias de poetas amigos, desde Josep Carner a Tristán Tzara, pasando por J. V. Foix o Joan Salvat Papasseit, que le remitió Poemes en Ondes Hertzianes.

El picasso dormía desde hace 34 años en el domicilio del pintor y de su esposa Pilar Juncosa, fallecida en 1995, que es ahora la residencia de Joan Punyet, que se halla dedicado a la preparación de exposiciones e investigaciones en las fundaciones de Palma y Barcelona y colabora con museos de todo el mundo en el estudio y divulgación de la obra mironiana. Con su hermano. Emilio Fernández Miró gestiona la Sucesión Miró, encargada de velar por el legado y la tutela de los derechos del creador.

Ha habido otros pequeños descubrimientos domésticos. En uno de los armarios personales de Pilar Juncosa -"bajo cuatro llaves", anota Joan Punyet- "hemos localizado también una litografía (60x3O) dedicada por Picasso en 1956, que tampoco sabíamos de su existencia. Es un retrato de su esposa Jacqueline Roque. Este detalle evidencia la personalidad y el carácter de mi abuela, una gran mecenas que legó y depositó muchas obras en las fundaciones que creó con mi abuelo en Barcelona y Palma".

Intensa relación

Miró mantuvo con algunos paréntesis una gran e intensa relación con Picasso, una década mayor que él. Joan Punyet, ayudado por una especialista en filología francesa, indaga títulos, libros y anotaciones al margen, las reescrituras y subrayados de un lector voraz y atento. "Estarnos haciendo un inventario total", dice, "del que pasaremos copia a las fundaciones Miró de Barcelona y Palma. Hemos encontrado cosas fantásticas como una anotación sobre mitología griega: 'Para retratar o hacer una escultura de un dios no tomaría la imagen de ningún hombre, me basaría en copiar el espíritu del hombre'. También Miró anotó libros sobre cubismo y pintura de 1919 en los márgenes y a pie de página".

La titularidad de los hallazgos corresponde a los herederos, a la Sucesión Miró: "Como el conjunto de la biblioteca está en mi casa", señala Joan Punyet, ,estará a disposición de los investigadores. Es un patrimonio del que no puedo apoderarme".

Inspiracion poética

"Joan Miró de verdad vibraba y se emocionaba recitando de memoria a Paul Eluard; hablando de literatura y de sus amigos escritores ante su nieto mayor -ya muerto-, el traductor y mecenas David Fernández Miró". Un colega de este último, el poeta mallorquín Guiem Soler, fue testigo de numerosos actos íntimos ¿e devoción por la expresión literaria del longevo y silencioso artista catalán. Con los jóvenes, Miró hablaba de música de vanguardia y de las diferentes generaciones creativas que a lo largo de sus 90 años intuyó.En su biblioteca personal y esencial de Son Abrines han aparecido decenas de poemarios en ediciones de bolsillo dedicados por sus contemporáneos y admiradores, y también proyectos inconclusos para hacer tiradas sobre piedra o plancha de cobre, publicaciones exquisitas con litografías y grabados, en las que los versos eran también parte de la columna vertebral de la obra plástica.

Miró trabajó con y sobre poemas de Pere Gimferrer, Joan Brossa, José Miguel Ullán, Costa i Llobera, André Breton, Rafael Alberti, Shuzo Takiguchi, Henry Miller, Pablo Neruda, André Pieyre de Mandiargues, entre muchos otros escritores.

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