El milagro de la sonrisa
110 niñas y niños bosnios pasan unas vacaciones en España para olvidar su trágica posguerra
Son 110 hijos de la guerra de Bosnia (1992 a 1995). Tienen entre 9 y 16 años y son de cuatro etnias distintas: musulmanes, serbios, croatas y judíos sefardíes, lo que no les ha impedido dar un ejemplo de convivencia a los dirigentes políticos que les han conducido al horror. La mitad de ellos se han quedado huérfanos porque las balas o las granadas han segado la vida de sus padres o madres. Viven hacinados en campos de refugiados o en pisos que comparten con otras familias. Caminan, por ciudades fantasmas, en estado ruinoso por los bombardeos. Sus caras están marcadas por la tragedia. Algunos de ellos sufren epilepsias y trastornos psicológicos graves, como fuertes depresiones. Apenas sonríen.Sin embargo, Paz Ahora (teléfono 523 40 91), una organización no gubernamental (ONG), les devolvió ayer el milagro de la sonrisa en una excursión al Parque de Atracciones. La visita forma parte del programa Vacaciones para la Paz 97, que ha llevado a los bosnios por ocho campamentos de España durante un mes y diez días. Son las vacaciones de la posguerra.
Elvedin, un chico de 16 años, de ojos azules y que perdió a toda su familia por parte de padre en la guerra, ha pintado en su camiseta: "Stari Grad -un barrio de Sarajevo- WeIlcome to hell -Bienvenido al infierno". Se explica: "Donde yo vivo no se puede caminar por los parques porque hay minas enterradas. Hay. bandas de mercenarios serbios, musulmanes, croatas y neonazis, que se matan entre ellos y amenazan a cualquier persona que no sea de su etnia".
A Senaid, carpintero de 27 anos y monitor del grupo, se le escapan las lágrimas cuatro años después de que una granada destrozara a su hija delante de sus ojos. No tuvo tiempo para enterrarla porque tuvo que salir huyendo de los serbios, y desea: "Ojalá mi hija estuviera aquí conmigo".
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