Críticas en París a la aportación estatal al viaje del Papa

París será a partir de mañana y hasta el jueves marco de las decimosegundas Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), que se espera reúnan en la capital francesa a 600.000 jóvenes dispuestos a escuchar el mensaje de Juan Pablo II, que tiene prevista su llegada el mismo jueves. La visita del Papa, que está llenando la ciudad de personas vestidas. con la camiseta verde de voluntario y tocadas con un sombrero de paja, ha despertado diversas polémicas, una de ellas por las subvenciones proporcionadas por el Estado.Junto a quienes claman contra el trato preferente que concede un Estado laico a una reunión confesional, se oyen voces críticas contra el deseo papal de visitar la tumba del profesor Lejeune, especialista en genética que impulsó el hoy muy activo movimiento antiabortista Laissez-les Vivre (Dejadles vivir). Los protestantes, por su- lado, han subrayado la poca delicadeza vaticana, pues el protocolo ha previsto para el día 24 una gran misa en el hipódromo de Longchamp y ese día es, precisamente, el aniversario de la matanza de Saint-Barthélemy, momento elegido por Catalina de Medicis y su hijo Charles IX para asesinar a 3.000 hugonotes contrarios a la política de extremismo católico adoptada por la Corona.

La organización de las JMJ cuesta 250 millones de francos (6.250 millones de pesetas) y se supone que se autofinancia. En realidad, el Estado, prestando alojamiento a precios ocho veces inferiores a los que prectica habitualmente, o transporte 10 veces más barato, así como asumiendo los costosos gastos de seguridad, es el principal patrocinador.

Tampoco ha escapado a las críticas la mercadotecnia de que es objeto la figura de Juan Pablo II. Sus hábitos, así como los de los cardenales, obispos y diáconos que van a acompañarle, han sido creados por el modista Jean-Charles de Castelbajac, que también ha diseñado encendedores, cintas para el pelo, camisetas, postales, una Torre Eiffel estilizada en forma de cruz... El episcopado francés se ha mostrado inquieto por las críticas y ha reconocido que el número de jóvenes franceses que participarán en los actos -se habla de entre 60.000 y 80.000- está muy por debajo de las previsiones.