Arafat rechaza los dictados de Netanyahu y lanza un boicoteo a los productos israelíes
El líder palestino, Yasir Arafat, rechazó ayer las exigencias del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para que luche de forma más enérgica contra el terrorismo islámico. Arafat hizo también un llamamiento a la oposición interna para unificar posturas con vistas a las negociaciones de paz con Israel. Además, la Autoridad Palestina va a lanzar una campaña de boicoteo selectivo contra los productos israelíes en respuesta al bloqueo económico impuesto por Israel a los territorios autónomos, según anunció un consejero de Arafat.
Arafat afirmó que no permitirá al conservador primer ministro de Israel que le diga cómo debe llevar a cabo la lucha contra el terrorismo. Netanyahu ha acusado repetidas veces a Arafat de no haber emprendido una lucha antiterrorista enérgica y contundente, al tiempo que le ha advertido de que sólo aliviará las sanciones impuestas a los palestinos en la medida en que se endurezca esa lucha."Somos un pueblo orgulloso que no acepta dictados y condiciones, y Netanyahu debe saber bien a quién se las plantea", declaró Arafat a periodistas e intelectuales palestinos en la ciudad cisjordana de Nablús.
Aún así, la policía de Arafát, detuvo ayer a tres ladrones de coches palestinos responsables de la muerte de un taxista israelí en Jericó de madrugada, comportamiento por el cual recibió la felicitación de sus colegas israelíes. Al mencionársele el caso, Arafat manifestó: "Cumplimos la ley palestina, no los dictados [israelíes]. Ésta es la base sobre la que hemos llegado a un acuerdo con los israelíes y los estadounidenses".
Los comentarios de Arafat se producen apenas dos días después de que el mediador estadounidense Dennis Ross dejara la zona tras haber logrado reestablecer la cooperación israelo-palestina en materia de seguridad. Los vínculos entre Israel y la Autoridad Palestina han quedado. cortados tras el doble atentado suicida del pasado 30 de julio, en el que murieron 14 israelíes, además de los dos autores. Desde entonces, Netanyahu viene insistiendo en sus exigencias a los palestinos, lo que coloca a Arafat entre la espada y la pared, porque en caso de acatarlas destruirá la unidad nacional de su pueblo, y se enfrentará a los grupos integristas palestinos Hamás y Yihad Islámica.Tal vez por ello, Arafat anunció que la próxima semana reunirá un foro de unidad nacional palestina para discutir la crisis.
"Se ha decidido que el próximo miércoles se celebrará una reunión extensa del movimiento nacional palestino con todos sus actores", declaró el presidente de la ANP.
Una primera ronda de conversaciones de unidad nacional se celebró el pasado febrero, y en ellas participaron representantes de, Hamás. Éstos boicotearon una segunda ronda en abril porque aseguraban que Arafat tenía que liberar aún a algunos de sus activistas. La perspectiva de una nueva reunión con los islamistas ha sido mal acogida por los israelíes. Tanto Hamás como Yihad Islámica se atribuyeron el atentado suicida de Jerusalén, aun cuando todavía no se ha determinado Ia identidad de sus autores.
Además, Arafat atacó verbalmente ayer las sanciones impuestas por el Gobierno israelí a su pueblo, que calificó de "castigos colectivos". De momento, la Autoridad Palestina tiene previsto lanzar una campana de boicoteo contra los productos israelíes como respuesta al bloqueo económico a la autonomía, según anunció más tarde Mohamed Rachid un consejero de Arafat.
Rachid admitió que el boicoteo representa una violación de los acuerdos económicos de París de 1993, pero declaró que el' primer ministro israelí ha anulado dicho acuerdo al retirar los 40 millones de dólares (unos 6.200 millones de pesetas) que debían haber sido transferidos al Gobierno autónomo palestino.
"Queremos compartir con los suministradores y productores israelíes las consecuencias negativas de las decisiones de Netanyahu", afirmó Rachid.
Por otra parte, la aviación israelí realizó ayer por la tarde dos nuevas incursiones al sur de Beirut que no causaron víctimas. Los ataques, confirmados por el. Ejército israelí y con dos horas de intervalo, tuvieron como objetivo unas instalaciones del Frente Popular de Liberación de Palestina-Comando General (FPLP-CG), en Naamé, a unos quince kilómetros al sur de Beirut. La proximidad del lugar a la carretera que une Beirut y el sur de Líbano hizo que cundiera el pánico entre los automovilistas.
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