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Detenidos 260 nazis en Alemania la víspera del aniversario de la muerte de Rudolf Hess

La policía alemana detuvo ayer a unos 260 individuos que se disponían a celebrar el 10º aniversario de la muerte de Rudolf Hess, el lugarteniente de Adolf Hitler, quien se suicidó el 17 de agosto de 1987 en la cárcel berlinesa de Spandau. Con un amplio despliegue policial, las fuerzas del orden se esforzaron por impedir cualquier intento de manifestación. En algunos lugares, puñados de neonazis se dedicaron a jugar al gato y al ratón con la policía, que también detuvo a unos 20 contramanifestantes. Otras 44 personas fueron detenidas en Dinamarca.

Unos cientos de alemanes, jóvenes en su mayoría y sin la menor idea de quién era Hess, se dedicaron a proporcionar a la policia una especie de terapia ocupacional, en un caluroso fin de semana de agosto. Desde hacía varios días, un Comité Rudolf Hess se dedicó a enviar por fax a las redacciones de prensa sus advertencias de que, con motivo de este aniversario, se manifestarían en un punto no determinado de Alemania.No parece que la sangre llegase al río, al menos hasta avanzada la tarde de ayer. Un barrido por los programas informativos de las diferentes cadenas de televisión apenas permitía contemplar algunas imágenes de la manifestación policial, que en muchas autopistas alemanas contribuyó a incrementar el caos de tráfico con los controles. Provistos de teléfonos celulares, los aprendices de nazis dieron la consigna de reunirse ante la estación de tren de Braunschweig, en el Estado federado de Baja Sajonia. Cuando algunos rapados llegaron al lugar se encontraron con el despliegue policial.

Las autoridades alemanas han puesto toda la carne en el asador para impedir las manifestaciones. Desde hace días, en diferentes Estados se tomaron medidas como obligar a presentarse ante la policía a notorios ultraderechistas.

Hasta última hora de la tarde de ayer, se habían registrado detenciones o retenciones de unos 260 potenciales manifestantes, según una recopilación efectuada por la agencia alemana de prensa DPA. En los Estados de Hesse y Turingia se llegó hasta 140 detenidos. En Braunschweig, la policía dispersó a dos docenas y media de ultraderechistas que parecían dispuestos a manifestarse. Desde la vecina Dinamarca se daba cuenta también de 44 detenciones en una manifestación de 150 neonazis, muchos de ellos extranjeros. La amplia libertad de expresión que permite la ley en Dinamarca ha convertido este país en habitual escenario de protestas con signos nazis -prohibidos en Alemania-, lo que atrae frecuentemente a sus vecinos alemanes. Los servicios secretos alemanes estiman que en todo el país, de 82 millones de habitantes, actúan 6.500 elementos ultradechistas y neonazis.

El último de Spandau

El hecho de ser el último de Spandau, la prisión berlinesa que albergó a los jerarcas nazis condenados en Núremberg, convirtió a Rudolf Hess en un símbolo para nazis.Nacido en Alejandría (Egipto) en 1894, fue de los primeros en sumarse al movimiento de Hitler.

En mayo de 1941, en plena guerra mundial, Hess aterrizó en el Reino Unido, con la aparente, pretensión de presentar una propuesta de paz. Dio Hess con sus huesos en una prisión británica y al final de la guerra compareció en el proceso de Núremberg, donde le condenaron a cadena perpetua.

En la cárcel de Spandau, se pudrió hasta su muerte por suicidio, a los 93 años, el 17 de agosto de 1987. Los soviéticos se negaron siempre a indultar al anciano nazi. Esto provocó que por todo el mundo Hess se convirtiese en un símbolo y personaje catalizador de simpatizantes.

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