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Una multitud desfila en procesión por la ciudad natal de Elvis

La imagen digital 'revive' al músico a los 20 años de su muerte

Está siendo lo más parecido a la Semana Santa de Sevilla que han visto en EE UU en los últimos tiempos: una procesión de unas 30.000 personas que comenzó en la noche del viernes en Memphis y acabó a altas horas de la madruga da de ayer. El templo adonde se dirigían era Graceland y el adorado era Elvis Presley. Ayer se cumplió el vigésimo aniversario de la muerte del rey del rock, que también ha revivido brevemente en forma de imagen retocada digitalmente en el escenario de un gran concierto.

Aunque no se conoce la cifra exacta, diversos medios calculan que entre 20.000 y 30.000 personas, ignorando el calor pegajoso de las orillas del Mississíppi, encendieron simultáneamente en la noche del viernes, sus velas y comenzaron a desfilar por el bulevar Elvis Presley en Memphis (Tennessee) en dirección a Graceland, la antigua vivienda del cantante convertida en lugar de peregrinación religioso-turística.El resto de los 50.000 congregados en Memphis prefirió reservar fuerzas para el concierto que se iba a celebrar anoche o quizá meditar en solitario. Todas las plazas hoteleras en Memphis (600.000 habitantes) estaban agotadas desde hacía tiempo. La vigilia duró más de lo habitual porque, después de desfilar bulevar abajo, los penitentes tenían que pasar, uno por uno, por el jardín-mausoleo de Graceland dónde está enterrado Elvis desde 1977. Allí contemplaban la llama eterna, que luce las 24 horas de todos los días del año, y dejaban algo sobre la tumba: ositos de peluche, ramos de flores y otros recuerdos.

El evento se celebra en realidad todos los años, organizado por primera vez por el Elvis Country Fan Club de Texas. Pero la noche del viernes se alcanzó un grado de internacionalización nunca visto antes por los veteranos. Había imitadores de Elvis, presidentes de clubs de fans extranjeros y turistas de todo el mundo. Muchos habían estado esperando casi un día entero para estar a la cabeza del desfile y trataban de encontrar nuevos adjetivos y formas de decir lo mismo (que Elvis sigue siendo el más grande) a los periodistas.

El momento más emotivo, sin embargo, fue antes de comenzar la vigilia. Cuando todo el mundo estaba preparado y con las velas encendidas en la oscuridad de la noche, Elvis cantó algunos temas gospel a través de la megafonía y luego hubo un momento de oración silenciosa. Entonces, a los acordes de la balada I can't help falling in love with you, el público se dio la mano, elevó las velas al unísono y se dejó invadir por el espíritu del rey. "Esta es la mayor reunión que hemos tenido nunca, dijo Todd Morgan, de Elvis Presley Enterprises, para calentar al personal. "Elvis es una estrella más grande ahora de lo que lo fue nunca", señaló.

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