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El Bundesbank apoya la reforma fiscal de Kohl para recaudar más

El informe de agosto del Banco Federal alemán (Bundesbank) pone una vez más de manifiesto el excesivo gasto público e incremento del déficit y llama la atención sobre una "debilidad estructural" en la recaudación de impuestos. Por este motivo, el Bundesbank reclama la puesta en marcha de la reforma fiscal, para combatir la caída de recaudación: con tipos impositivos más bajos, pero que hagan al mismo tiempo menos atractiva la huída al extranjero de los contribuyentes.

Casi como de costumbre, el Bundesbank constata el excesivo déficit de las finanzas públicas alemanas. En julio, los gastos del Gobierno federal superaron los ingresos en 9.500 millones de marcos (más de 800.000 millones de pesetas). El déficit en los siete primeros meses del año llegó a 60.000 millones de marcos (5,1 billones de pesetas), 15.000 millones de marcos (1,27 billones de pesetas) más que el año pasado en el mismo periodo.

Mientras los ingresos aumentaron un 4,8%, los gastos crecieron un 8,6%. No obstante, el estudio advierte que no se pueden extraer conclusiones precipitadas y válidas para lo que resta de año. Tanto los ingresos como los gastos pueden sufrir bruscas sacudidas. El Bundesbank pone como, ejemplo los posibles ingresos procedentes de las privatizaciones, que llegarían a la caja del Estado en este periodo.

Erosión fiscal

Aparte de estas consabidas advertencias sobre la mala marcha del déficit público, el Bundesbank pone el acento este mes en la evolución de los ingresos fiscales. El informe ya provocó ayer una respuesta del Ministerio de Hacienda, que no comparte la visión crítica del banco central.Constata el estudio que la conexión entre crecimiento económico e ingresos fiscales se ha debilitado en los últimos tiempos en Alemania. A pesar del crecimiento sostenido de la economía, los ingresos fiscales tienden a caer. Para el Bundesbank, el motivo de esta tendencia hay que buscarlo en la tardía repercusión en los impuestos de la recuperación económica del año 1993, pero sobre todo en lo que llama "erosión de la base fiscal". Esta erosión ha conducido a una considerable caída en los ingresos fiscales.

Para evitar que el proceso continúe el Bundesbank preconiza una reforma fiscal, a base de tipos más bajos y pocas desgravaciones que permitan la reducción de la cuota tributaría, para restar atractivo a la evasión fiscal hacia el extranjero. Para sacar adelante esta reforma fiscal tendrían que ponerse de acuerdo los políticos en Bonn. A menos de 14 meses de las elecciones federales, no parece que estén por la labor.

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