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Los clientes de un 'pub' evitan que encapuchados ataquen a tres jóvenes

Aurora Intxausti

Los clientes del disco-pub Atseden, de San Sebastián, impidieron el pasado viernes que cuatro encapuchados agredieran a tres jóvenes a los que fueron a buscar al establecimiento. Quienes se encontraban en el local, según testigos, se quedaron atónitos cuando ese grupo violento bajó y se dirigió directamente a tres personas a las que pretendían sacar fuera. Uno de los presentes conminó al resto del personal: "¿Es que no vamos a hacer nada?". Varios clientes se abalanzaron entonces sobre los encapuchados y rescataron a los tres jóvenes cuando ya les subían por las escaleras.

Los agresores irrumpieron en el local poco antes de las dos de la madrugada con tono "chulesco y provocador", a la vez que insultaban a quienes se encontraban en el interior. Los jóvenes a los que iban buscando los enmascarados dijeron que ignoraban el motivo por el que pretendían agredirles.Los encapuchados, al ver su objetivo frustrado, salieron a la calle y volcaron un contenedor de vidrio, tras lo que comenzaron a arrojar botellas contra el pub. Ese hecho atemorizó a los clientes ante la posibilidad de que algunas de ellas contuviesen líquido inflamable.

La Ertzaintza acudió al establecimiento después de recibir una llamada, pero ninguno de los clientes quiso contarlo, sucedido, según el departamento vasco de Interior. Ayer, uno de los camareros, testigo del suceso, declaró a este periódico que lo que ocurrió fue que "cuatro encapuchados bajaron al bar y estuvieron un par de minutos".

Por otra parte, agentes de la Ertzaintza se trasladaron ayer al hospital de Aránzazu para interrogar al italiano Mateo Maglioni, de 25 años, herido en San Sebastián durante los incidentes que se registraron en la madrugada del domingo. El joven, que ha perdido la visión del ojo derecho por un pelotazo, manifestó ayer que denunciará a la Ertzaintza por la agresión. "Yo no participé en ningún altercado y tampoco había manifestantes cuando fui herido", indicó.

El joven había llegado el sábado a San Sebastián desde Roma, después de 21 horas de viaje en coche, y era la primera vez que visitaba la ciudad, según aseguró. "Mi amigo y yo pensábamos quedarnos hasta el domingo y luego ir a Santander, donde teníamos previsto pasar las vacaciones".

Nacido en Roma, Maglioni es estudiante de Letras y, según dice, en ningún momento participó en los incidentes. "Estuve en la plaza de la Constitución entre la gente y bebiendo algo. De lejos oía disparos de la policía", relata y afirma que fue alcanzado por un pelotazo cuando se asomó a una calle

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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