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Mata a cuchillazos a su esposa en Alpedrete tras una fuerte discusión

José Carlos Castrillón, de 37 años, mató, presuntamente, anoche de cinco cuchilladas en Alpedrete (5.000 habitantes) a su mujer, Rosa Olmeda, de 35 años, de la que vivía separado desde hace un año. La pareja tenía dos hijos, de 9 y 13 años. El crimen, siempre según las primeras versiones, ocurrió a las 20.15 en la vivienda de la víctima, el bloque 15 de la urbanización Las Rocas. Poco antes se había desatado una fuerte discusión supuestamente originada por problemas sentimentales.

Los gritos fueron oídos por una vecina que se acercó a la vivienda y llamó a la puerta, preguntando por Héctor, uno de los hijos de la pareja. No obtuvo respuesta; sólo unos lejanos quejidos. Alarmada, esta vecina se dirigió a una cabina telefónica para avisar a la Policía Municipal.

Y entonces vio salir al marido, José Carlos, empapado de sangre. "Corre, llama a la policía y a una ambulancia que se está desangrando mi mujer", dijo el hombre. Luego, se quedó a la puerta de la casa, con la mirada ida. Momentos después, otro vecino se acercó a Juan Carlos y le preguntó: "¿Qué le ha pasado?". El hombre rompió a llorar, insistió en que llamasen la policía y a una ambulancia, y se metió en la casa.

La Policía Municipal de Alpedrete fue la primera en llegar al lugar de los hechos. El agente que entró en la vivienda se encontró con una terrible escena. En el umbral de la puerta de la cocina yacía muerta la mujer, junto a ella, Juan Carlos, quien sufría una fuerte crisis nerviosa. "Gritaba, llamaba a sus hijos, decía cosas inconexas", relató una fuente policial. A su vera se encontraba la supuesta arma del crimen, un cuchillo de cocina. No ofreció resistencia al ser detenido. A los pocos minutos llegó una UVI móvil del Insalud (061) y una ambulancia de la Cruz Roja. Sólo pudieron certificar la muerte a cuchillazos de la mujer.

Separación y amenazas

La pareja, según los vecinos, se había separado el año pasado. En invierno, el hombre cogió el dinero de la cartilla, vendió el coche y la moto y se marchó a trabajar fuera, de dependiente en una ferretería de Villalba.Ella, Rosa, limpiadora y camarera en una cervecería de Alpedrete, se quedó en la vivienda de alquiler. Quienes la conocían la describen como una mujer pacífica y de maneras sencillas. De él, en cambio, los vecinos recuerdan su carácter introvertido, aunque le atribuyen la quema de un coche de un amigo de Rosa la semana pasada.

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"Últimamente rondaba la casa; se venía con el saco de dormir y pasaba la noche en la estación de tren de Alpedrete. Otras veces, dormía en los jardines de los alrededores, pero nunca pasaba a la vivienda", dijo un vecino. La policía sospecha que el hombre había amenazado con anterioridad a la mujer.

Uno de los hijos, al conocer lo sucedido, cogió la bicicleta y se escapó. La Guardia Civil le localizó más tarde.

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