Un italiano pierde la visión de un ojo tras resultar herido en incidentes callejeros en San Sebastián

La consejería vasca de Interior ha abierto diligencias para aclarar las circunstancias en las que el italiano Mateo Maglione, de 25 años, resultó herido presuntamente por el impacto de una pelota de goma en los incidentes que se registraron en San Sebastián en la madrugada del domingo. El joven ha perdido la visión del ojo derecho. Otra persona sufrió fractura naso-frontal durante los altercados que se produjeron en la parte vieja entre la Ertzaintza y manifestantes que protestaban por el traslado a España de tres etarras desde Santo Domingo. En total hubo 13 heridos.

Mateo Maglione perderá la visión de un ojo al haber sufrido un pelotazo en el párpado derecho y estallido del globo ocular. No es la primera vez que ciudadanos italianos se ven involucrados en incidentes callejeros durante las fiestas de la Semana Grande donostiarra. Los más graves se produjeron en 1993 cuando entre el medio centenar de personas detenidas había tres jóvenes de Italia.Maglione presenta un hematoma en párpado derecho, heridas inciso-contusas y estallido de globo ocular derecho con pérdida de visión, según el parte del Hospital de Aránzazu, donde se encuentra ingresado. El paciente fue operado el domingo y, aunque ha podido conservar el globo ocular, ha perdido la visión debido a "la gran afectación de las estructuras intraoculares"

El otro herido, cuya identidad corresponde a las iniciales G. P. E., presenta fractura "naso-frontal-etimodial con fístula de líquido cefálo-raquideo", de pronóstico reservado.

En la madrugada de ayer, cuatro o cinco individuos propinaron una brutal paliza a U. G., de 19 años, al que confundieron con un agente de la Ertzaintza, según informa Efe. El joven fue agredido a patadas y botellazos, cerca del casco viejo de San Sebastián, que le causaron contusiones en la cara y rotura de varios dientes.

En Billabona (Guipúzcoa) un grupo de encapuchados atacó con cócteles mólotov la sucursal de la Kutxa para protestar por el traslado de Eugenio Etxebeste, Ignacio Aracama y José María Gantxegi. Los vecinos del edificio número 40 de la calle Nueva tuvieron que abandonar sus domicilios ante el peligro de que las llamas se propagasen a los pisos. Ésta es la segunda ocasión que sucursal ha sido atacada. En 1995, un bebé de tres meses y otro niño de dos años, además siete ertzainas tuvieron que ser atendidos por intoxicación.