Decomisados 2.000 kilos de cocaína en un barco que la tripulación intentó hundir al ser sorprendida
Efectivos del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), en colaboración con la policía, apresaron ayer, a 80 millas de la costa gallega, un pesquero con 2.000 kilos de cocaína. Entre los 11 detenidos figura el presunto responsable de la descarga, José Pérez Rial, vinculado al clan de los Charlines. La operación, denominada Cabezón, comenzó hace seis meses y concluyó a las dos de la madrugada de ayer con el abordaje del Segundo Arrogante, un palangrero con base en Ribeira (A Coruña), al que había sido trasbordada en alta mar la droga, valorada en 30.000 millones de pesetas. La tripulación trató de hundir el barco abriendo una vía de agua y uno de los detenidos tuvo que ser rescatado tras arrojarse al mar.
El SVA recibió el pasado martes la orden de montar el operativo para salir a la zona de las Azores en busca del Segundo Arrogante, al que se habían trasbordado en alta mar, a 500 millas de la costa, dos toneladas de cocaína, procedente de Colombia. Esta droga, según fuentes de la investigación, iba a ser introducida en Galicia por distintos puntos utilizando planeadoras rápidas.Un avión localizó en la zona indicada al palangrero, mientras que dos patrulleras del SVA, la Gavilán V y la Hi- VII, salieron a su encuentro. En la operación también participó otro avión y dos helicópteros, con medio centenar de funcionarios en total. A primera hora de ayer, cuando el palangrero se hallaba a 80 millas de la costa gallega, las patrulleras recibieron la orden de abordaje. Fue ejecutado sobre las dos de la madrugada por la dotación de la patrullera Hi-VII.
Los cinco jóvenes que integraban la tripulación del Segundo Arrogante apenas tuvieron tiempo para reaccionar. Primero trataron de desprenderse del alijo, embalado en 70 paquetes ensartados como chorizos. El dispositivo para desprenderse de ellos, sin embargo, resultó muy rudimentario y permitió a los agentes del SVA recuperar la droga que había comenzado a hundirse en el mar.
Al ver fracasada la intentona de enviar la droga a las profundidades marinas, la tripulación abrió una vía de agua en la sala de máquinas del barco con intención de hundirlo. Pero tampoco lo consiguieron, aunque por este motivo el Segundo Arrogante demoró varias horas su llegada al puerto de Marín, lo que hizo a primera hora de la tarde de ayer.
Un patrón drogadicto
Los aduaneros descubrieron enseguida las malas relaciones de los tripulantes con el patrón del barco, a cuya torpeza atribuían el apresamiento. El patrón, según fuentes de la investigación, es un yonqui (drogadicto) recalcitrante al que le faltó tiempo para reclamar a los aduaneros que se le facilitaran un pico (una dosis).A punto de ser amarrado, cuando el Segundo Arrogante se encontraba a unos 10 metros del muelle, uno de los tripulantes saltó al agua con intención de huir. Los agentes ya habían tenido que sujetarle poco después del abordaje cuando intentó hacer lo mismo en alta mar.
Sin embargo, en el puerto lo consiguió. Saltó por la borda, para sorpresa dé sus captores y de las decenas de policías que esperaban, en el muelle al barco, del que trató de alejarse braceando mar adentro. Su fuga duró unos 10 minutos. Desde el propio palangrero y otras embarcaciones que le rodearon le fueron arrojados, para izarle a bordo, cabos y salvavidas que el fugado desdeñó. Hasta que una lancha zodiac fue directamente a por él y, después de algunos escarceos, sus ocupantes consiguieron atraparle por los pelos. Antes de que hubiera abandonado el agua, ya le habían colocado las esposas.
Los detenidos, los cinco tripulantes del palangrero y otras seis personas apresadas en tierra -todos ellos jóvenes y sin antecedentes- son vecinos de la provincia de Pontevedra, salvo el armador del barco, domiciliado en Ribeira. El presunto cabecilla de la operación, José Pérez Rial, fue detenido en Vilanova de Arosa y los demás, de los que sólo se han facilitado iniciales, en Pontevedra, Cambados y O Grove.
Los detenidos en la Operación Cabezón se encuentran en los calabozos de la comisaría de Policía de Pontevedra, a la espera de su posible traslado a Madrid, ya que las diligencias del caso son instruidas por el juzgado de instrucción número 3 de la Audiencia Nacional.
Emparentado con Charlín
Pérez Rial tiene un hijo con una hija de José Luis Charlín Gama, que actualmente cumple una larga condena por narcotráfico. José Luis es hermano de Manuel Charlín Gama, patriarca del clan arosano de Los Charlines. De ahí la vinculación que se establece entre esta operación y el mencionado clan, considerado el más poderoso de la ría. De momento, "sólo es una hipótesis en la que estamos trabajando", señaló ayer el delegado del Gobierno en Galicia, Jesús Miguel Diz Guedes.Todos los miembros de la familia Charlín están pendientes de saldar cuentas con la justicia. El propio patriarca, Manuel Charlín Gama, que fue absuelto en el macroproceso de la operación Nécora en 1990, recobró la libertad provisional a mediados del pasado febrero, después de pasar los últimos seis años entrando y saliendo de la cárcel por diversos delitos relacionados con el narcotráfico. La Audiencia Nacional mantiene intervenidas todas ,las empresas de la familia Charlín, con lo que ha podido neutralizar buena parte de su entramado financiero.
El delegado del Gobierno en el Plan Nacional sobre drogas, Gonzalo Robles, tras señalar que uno de los detenidos está relacionada con Charlín, calificó esta operación policial de "duro golpe a uno de los clanes más conocidos del narcotráfico".
El Cuerpo Nacional de Policía seguía de cerca, desde hace seis meses, los pasos de Pérez Rial. La droga incautada en esta operación podría haber alcanzado una cotización superior a los 31.000 millones de pesetas.
Los 2.000 kilos de cocaína intervenidos en el Arrogante procedían de Colombia, desde donde fueron transportados por un barco nodriza, que hizo escala en Venezuela y Alemania, y que después trasvasó la mercancía al palangrego a unas 500 millas de las costas gallegas, según declaró el delegado del Gobierno en Galicia, Juan Miguel Diz Guedes.
El 2 de noviembre pasado, la policía y el Servicio de Vigilancia Aduanera apresaron a 70 millas de Vigo al pesquero Anita con una carga de 1.010 kilos de cocaína. En la operación, según informó el Ministerio del Interior, fueron detenidas 20 personas y se desmontó "la principal red de narcotráfico en Galicia, y todo su entramado financiero".
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