Alemania mantiene aún la alerta en el Oder pese al descenso de la riada

Las autoridades alemanas seguían manteniendo ayer la situación de alerta máxima en el Oder, a pesar de que durante la madrugada se había registrado el primer descenso en el nivel, de las aguas desde hace 17 días, cuando la crecida del río que separa a Alemania de Polonia amenazó con inundar la llanura de Oderbruch. Cerca de 14.000 soldados, apoyados por voluntarios, continúan trabajando en la reparación de los diques dañados por la riada.

"Bajo ningún concepto se va a levantar todavía la alerta", advirtió un portavoz del grupo de crisis de Potsdam (este de Alemania) tras recordar que los diques, sometidos a más de dos semanas de extraordinaria presión, pueden romperse en cualquier momento.El nivel de las aguas desciende muy despacio. En la localidad de Ratzdorf, donde confluyen los ríos Oder y Neisse, apenas se redujo en unos seis centímetros durante la madrugada de ayer. Las autoridades consideran que, para levantar la situación de alerta, debe registrarse un descenso de 1,5 metros.

El Ejército alemán aprovechó ayer la situación de relativa calma para reforzar con sacos terreros los diques que protegen la fértil llanura de Oderbruch, de 640 kilómetros cuadrados, situada por debajo del nivel del río. En caso de que los terraplenes cediesen repentinamente, la región sería golpeada por una ola de ocho metros de altura. Miles de habitantes de la zona han sido ya evacuados.

Los equipos de emergencia trabajan también a marchas forzadas para levantar un nuevo dique de contención de 2,5 kilómetros de largo y cuatro metros de altura en la segunda línea de defensa.

Por otro lado, los habitantes de la región checa de Moravia, azotada por graves inundaciones el pasado mes de julio, sufren ahora una grave plaga de mosquitos.