Residencias de nuevo cuño

La principal novedad del Plan Gerontológico consiste en las residencias sociosanitarias. Según explica la directora general de Servicios Sociales de la Comunidad, Concha Lostau, estos centros pretenden cubrir un hueco: el alojamiento de aquellos ancianos cuyo deterioro es excesivo para ser atendidos en una residencia, donde prima la atención social, y que tampoco permanecen en los hospitales porque enseguida les dan el alta. Y es que la esperanza de vida ha aumentado, con lo que cada vez ingresan en los geriátricos personas de mayor edad y, en general, con muchos problemas de salud, que precisan constantes cuidados paliativos. Para el año 2006 se pretende contar con 400 plazas de este tipo. Lostau considera que sería básica la colaboración del Insalud. Mientras llega esa ayuda, podrían adecuar alguno de los centros sanitarios dependientes del gobierno regional para este fin. Además de esas 400 plazas especiales, la Comunidad proyecta conseguir otras 7.600 antes del 2006.

Sólo un 3% de los mayores de la región vive en residencias. La mayoría ingresó porque necesitaba atención y por un deseo de compañía. Es importante la satisfacción que, según la Comunidad, sienten los residentes cuando pueden participar en el funcionamiento de los centros. De las 7.927 plazas públicas actuales se pretende llegar a las 16.000. De ellas, 13.000 tendrán tarifas convencionales (precios baratos aportando una parte de la pensión y dirigidos a personas con ingresos más bajos) y otras 3.000 serán cofinanciadas, es decir, con diferentes modelos de aportación económica por parte de los usuarios y sus familiares. Ya hay geriátricos de ese segundo tipo, como el de Leganés, dedicado sobre todo a enfermos de Alzheimer, con diferentes niveles de aportación económica según la renta del mayor.