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Entrevista:

"Leganés tiene una afición tremenda a las artes plásticas"

Pasaba por Madrid, en 1964, como escala de un viaje que le llevaba primero a París y luego a Alemania. Pero se quedó aquí, en la calle de Atocha. José Hernández había partido de Tánger (donde nació en 1944), el Tánger literario de Burroughs, Kerouac, Capote o los Bowles: a todos los conoció de adolescente, cuando ya pintaba. El inglés Francis Bacon dijo de su joven colega: "El día en que lo invadan todos sus fantasmas, será él y nadie más que él". Se dejó okupar y en 1989 era miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. También, "por derivación y por afición" ha ido paseando por el grabado, por las ilustraciones para libros de bibliofilia y ha trabajado para el teatro (diseño de figurines y decorados). Hace unos días inauguró en Leganés, en la entrada de Getafe [dentro de las reformas en los principales accesos de la ciudad] su primera escultura de gran tamaño. El Ayuntamiento quiere que simbolice el espíritu de apertura de Leganés (174.000 habitantes). Hernández ha creado una puerta de acero, casi tan arquitectónica como escultórica.Pregunta. Su pintura tiene que ver con la arquitectura.

Respuesta. Sí, sea en pintura o en grabado siempre aparece algún elemento arquitectónico, una especie de ruinas, arquitecturas que fueron grandiosas hace tiempo... Hay una vieja obsesión de los pintores por la tercera dimensión.

P. En la puerta de Leganés se reconoce su obra.

R. Quien haya visto algo mío la va a relacionar con una serie de pinturas y de grabados... De otra forma quizás no me hubiera atrevido con la escultura, porque para hacer algo fuera de tú especialidad tienes que dominar el oficio.

P. ¿Qué representa?

R. Por la situación de la glorieta y de la puerta dentro de la plataforma denota más entrada que salida, apertura, acogida... Una gran esfera lo corona todo.

P. ¿Y las texturas?

R. Ha habido una oxidación forzada del acero de tipo corten. Esa clase de óxido está en mis cuadros: allí surgen esas manchas ocres que no se sabe qué las produce. Con el tiempo, con la oxidación natural propia de este material, se oscurecerá un poco.

Las estrías dan la imagen de una puerta erosionada por la parte superior, por la parte inferior es lisa, con sus ártistas vivas: a medida que se asciende se va viendo esa rugosidad y luego la esfera es perfecta.

P.¿Cuál es su relación con Leganés?

R. Estoy bastante unido a esa ciudad desde hace tiempo. He expuesto allí, varias veces, en la Casa de la Cultura; también participé en charlas. La gente se extrañaba muchísimo de que tuviera una exposición en París, otra en Leganés y otra en Múnich. Tienen una afición tremenda por las artes plásticas, sobre todo por la escultura. Hay piezas muy importantes; es sorprendente. Hoy llegas a Leganés, echas la vista atrás veinte años y ha cambiado muchísimo.

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