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'Okupas' por amor al séptimo arte

Un equipo de jóvenes cineastas toma una casa para rodar por carecer de apoyo institucional

A veces la realidad supera a la ficción, pero en ocasiones, se la engulle. Esto último es lo que pasa en el rodaje de la película Vivir así, ópera prima del director Luis Martínez, que también ha redactado el guión, planteado como "una comedia seria sobre lo que puede pasar en Madrid en cuatro días de verano". Okupas, neonazis, abogados corruptos, una periodista de EL PAÍS o grupos de música alternativa desfilan por este filme de 90 minutos rodado en 16 milímetros (algo inusual, se suele rodar en 32 milímetros).El caso es que los 70 miembros del equipo de esta producción se han empeñado en sacar adelante su película con el escaso presupuesto de tres millones de pesetas. "Queremos demostrar que se puede hacer cine con poco dinero. Aquí hay muchas ganas", cuenta la dirección. Y con semejantes fondos, los productores no se pueden permitir determinados excesos. Como pagar a Renfe 100.000 pesetas diarias por una de sus naves neomudéjares que el equipo de Vivir así necesitaba para rodar un desalojo okupa. "Nos lo han ido poniendo muy difícil. Renfe nos pedía un tercio del presupuesto de la película", cuenta Jon Bermúdez, el productor.. Luego solicitaron al Ayuntamiento el antiguo cuartel de Daoiz y Velarde. "Nos pedían una fianza de un millón de pesetas. No nos podemos permitir el lujo de tener en depósito esa cantidad", sigue Bermúdez. "Fue una locura. Hasta le pedimos al Ejército un hangar", añade.

¿La solución? Una okupación. Para reproducir el desalojo de un centro social, el equipo ha tenido que okupar una casa de la zona de Oporto, un antiguo centro de formación profesional en el que viven seis personas. "Al final no nos ha quedado más remedio que okupar. Sabemos que en cualquier momento llega la poli y nos desaloja", dice Bermúdez, que conoce, apoya y se ha implicado en este movimiento. Entre los miembros del rodaje más de uno se define Pro-okupa

Un rodaje así plantea algunas dificultades: tienen que ir a una fuente cercana a por agua y han realizado un enganche para conseguir electricidad. El pasado sábado todo el equipo se concentraba en uno de los patios de la casa okupada. En las paredes se leían proclamas como "no podrán desalojar" o "un desalojo, otra okupación". En la acera de enfrente siempre hay un coche patrulla.

Otra de las peculiaridades de esta película es que sus propietarios son 90 personas: todo el equipo y los colaboradores (nadie cobra, ni siquiera la pitonisa Pilar Bardem).

Todo un récord que planean inscribir en el Gúinness. Para el estreno, en octubre, quieren montar "un buen pollo", proyectar la película al aire libre o en una gran nave y presentarla a cuantos festivales puedan.

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