Cascos frena las críticas de dirigentes del PP al PNV para mantener la unidad con sus socios

El vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, ha frenado las críticas surgidas en la ejecutiva nacional del PP hacia el PNV, por sus ambiguas actitudes en el pasado reciente y sus relaciones con el naionalismo vasco más radical. Cascos salió al paso de las intervenciones que en esta línea realizaron durante la última reunión de la dirección del PP la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, y el representante de Unión del Pueblo Navarro, Jaime Ignacio del Burgo. "No podemos caer en la tentación de criminalizar a los nacionalistas, como hace un medio de comunicación", advirtió.

La intervención de Álvarez Cascos se produjo después que tanto la ministra Loyola de Palacio como el diputado Jaime Ignacio del Burgo, sin dejar de valorar la unidad alcanzada en los últimos días, cuestionaran también determinados comportamientos y exigencias permanentes del PNV. Esa salida al paso de Cascos el martes pasado, durante la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular, se tradujó internamente como un intento de zanjar un debate que se considera inoportuno.El vicepresidente recibió el miércoles en su despacho de La Moncloa al portavoz del Grupo Vasco en el Congreso, lñaki Anasagasti, con el objetivo de reafirmar la actual armonía del Gobierno con sus socios vascos.

Las conflictivas relaciones entre el PP y el PNV son ahora un asunto secundario. Las tensiones y divergencias se admiten, pero se consideran menores frente al "hecho nuevo, histórico y sin precedentes de haber conseguido atraer al PNV hacia la línea que divide en Euskadi a los demócratas de los que no lo son".

El debate interno en el último Comité Ejecutivo del PP transcurrió en general por esos derroteros esperanzadores y positivos, para no permitir que nadie se descuelgue ahora de la movilización ciudadana y democrática y para apuntillar al Gobierno como el responsable de impulsar las iniciativas a poner en marcha. Se pidió incluso la elaboración de un plan global de actuaciones, que no sean sólo legislativas.

Denuncia por los presos

Jaime Ignacio del Burgo no quiso pasar por alto el momento para señalar que, aunque son muy positivas todas las movilizaciones y coincidencias políticas posteriores al asesinato del concejal popular de Ermua Miguel Angel Blanco, no conviene olvidar por ello que, tan sólo cuatro días antes del crimen, el PNV decidió denunciar al Gobierno ante la Comisión de Derechos Humanos del Consejo de Europa, en Estrasburgo, por no admitir el reagrupamiento de los presos de ETA en cárceles del País Vasco.A Álvarez Cascos no le gustó el tono de esta intervención y terció para expresar su temor a que se rompa la actual unidad de las fuerzas democráticas contra el terrorismo, pero desde otra dirección distinta. "Los problemas pueden llegar por varios lados, no sólo por parte del PNV", dijo el vicepresidente. Varios miembros de la Ejecutiva entendieron esta frase como una alusión directa a los socialistas.

En el PP no se fían totalmente del comportamiento futuro del PNV, aunque en los últimos días este partido les haya demostrado con varias actuaciones su inequívoca voluntad de parar a los violentos, pero también recelan oficiosamente del PSOE.

Esas precauciones entre los populares se refieren especialmente al ex ministro de Justicia e Interior Juan Alberto Belloch.

Según fuentes populares, durante la reunión celebrada el pasado lunes por el Pacto de Madrid, casi sin tiempo material para discutir con mayores profundidades, Belloch ya mostró ciertos recelos a una de las propuestas sugeridas por el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja: la reforma de la tipificación del delito de apología de terrorismo en el vigente Código Penal, que fue aprobado en la anterior legislatura y bajo su mandato.