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TOUR DE FRANCIA 97

Olano adquiere el derecho a combatir

El vasco, que se encontró "mejor pero no fantástico", dispuesto para sufrir en los Alpes

Carlos Arribas

José Miguel Echávarri sufría en la línea de meta. Los últimos metros de Olano le resultaron angustiosos. Estaba clavado un reloj con el tiempo de Riis (1h 19m 32s) y otro que estaba encima no paraba de correr; era el de Olano. Al final se detiene: 1h 19m 38s. Olano pasa a su lado como una exhalación: un buen síntoma. Muchas veces para saber cómo ha hecho un corredor la contrarreloj no hace falta mirar su tiempo, simplemente lo denota la velocidad con la que atraviesa la meta. En el fondo, la angustia de Echávarri era puramente subjetiva, provocada por la colocación de los relojes en plan suspense a lo Hitchcock. "Estamos en condociones de ser optimistas", concluye el director del Banesto. Olano acababa de ganarse el derecho a seguir combatiendo.Eusebio Unzue sufría en el puesto de copiloto del coche del Banesto. Iba detrás de Olano en la contrarreloj, pero el volante lo llevaba el masajista Vicente Iza. El director del Banesto lo pasaba mal en la subida a la Croix de Chaubouret porque veía a Olano atrancado, con mucho desarrollo; le decía por el altavoz que metiera un diente más, que pasara al plato pequeño, pero Olano no le hacía caso . Quería subir a esa cadencia, con esas sensaciones. También la angustia de Unzue era meramente subjetiva. Mira los tiempos de paso en la cima de sus rivales (Virenque le saca sólo, 10 segundos, Riis pierde seis segundos, Pantani le saca sólo 20 segundos) y respira. "Hemos salvado el día con notable", concluye Unzue. "Ha quedado claro que por lo menos no está mal. Sabemos que no va a ir a peor, aunque tampoco a mejor".

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Abraham Olano hace sufrir a todos, a sus directores y a los aficionados, pero es solidario y él también se apunta a sufrir. "Todos hemos sufrido lo máximo", concluye. Pero su sufrimiento no fue la angustia de la impotencia, aquel sufrimiento agónico de los Pirineos. El de ayer fue el dolor del hombre que se siente mejor y ve que su cuerpo empieza a emplearse a fondo. El del combatiente que se bate por el éxito, no por evitar la derrota. "Me he encontrado mejor que los días anteriores", explica. "Me estoy recuperando poco a poco, recobrando las buenas sensaciones, y eso es lo importante. No voy a decir que estoy fantástico, pero sí mejor".

Lo fundamental para que Olano cruzara la línea de meta como una exhalación y exhibiera una sonrisa de oreja a oreja al subir a su autobús ha sido, según Unzue, asumir el ejercicio contrarreloj como una prueba de autoconfíanza. Por la mañana había recibido el resultado de los análisis, la famosa CPK que mide el estado de fatiga. Los resultados fueron altos, pero no alarmantes. Tenía el estado lógico de un ciclista en mitad del Tour. Pero, como los ciclistas antiguos, Olano necesita confrontar los datos de laboratorio con sus propias sensaciones. "Fue vital", dice Unzue, "que marcara el mejor tiempo después de UlIrich en el primer control. A partir de ahí, sabiendo que estaba en los tiempos, le hemos podido transmitir buenas noticias. Así no le ha condicionado) tanto no estar feliz con su actual estado". Una cura psicológica que también incluyó la decisión personal de Olano de no cambiar en la cima de bicicleta, buscando un modelo más aerodinámico para el resto del recorrido.

Y así Olano, el agónico, se apresta para combatir en los Alpes. El peor terreno. Comienza otra lectura de los tiempos de la contrarreloj. Ningún escalador de los peligrosos ha fallado. Virenque no ha sido el que perdió 2,40m ante Olano en la cronoescalada de Val d'lsére el año pasado. Ayer aventajó en 10s al ciclista vasco. "Lástima que Ullrich le doblara tan pronto", dice Olano. "Después le ha marcado el paso y apenas ha perdido tiempo". Echávarri lo formula más poéticamente _" Virenque ha viajado los últimos 13 kilómetros en la larga estela del cometa Ullrich"-, pero al final, la conclusión es la misma: si Virenque no ha perdido tiempo en la contrarreloj, es que está muy bien, y si está. muy bien, ¿qué tiempo no le sacará hoy en Alpe d'Huez? Y otro tanto se puede decir de Pantani, que hizo la contrarreloj de su vida (sólo perdió 28s con Olano). Así que, según la lógica y el recorrido que queda -tres etapas de alta montaña y, para contrarrestar, sólo una contrarreloj llana de 63 kilómetros-, las otras dos plazas del podio están cogidas por Pantani y Virenque.

Pero, contra la lógica, buenas sensaciones. "Los Alpes siguen iguales", dice- Olano, "igual de difíciles e igual de amenazantes, pero la situación ha cambiado un poco: espero negociarlos mejor que los Pirineos".

Aunque . sea a luchar por el cuarto o quinto puesto, Olano está dispuesto para el choque de las sensaciones subjetivas con ¡a realidad. A la defensiva, sufriendo y haciendo sufrir. Ese ha sido y ese será el Tour de Olano.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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