_
_
_
_
TOUR DE FRANCIA 97

Ullrich, el alemán lacónico

Pese a su exhibición, el líder prefiere hablar de los peligros que quedan

Carlos Arribas

No, no era un ejercicio de realidad virtual. No, no eran los largos repechos de Luxemburgo 92 aquellas cuestas del centro de Francia; no, no era Laurent Fignon aquel corredor doblado con un maillot de lunares; no, no era un ciclista navarro aquella apisonadora vestida de amarillo, y tampoco era Miguel Induráin aquel ciclista alto, pelirrojo, pecoso y con cara de niño con mal humor. Aunque hablara lo mismo. Es decir, casi nada. Seguimos en época de campeones lacónicos. 0 sea, estamos con Jan Ullrich.Ni una frase rotunda en su comparecencia tras la exhibición se permitió el superclase alemán. "Bueno, estoy satisfecho porque he logrado un gran avance en la general [5.42m sobre el segundo, Virenque, y 8m sobre el tercero, Olano], pero aún hay muchas dificultades de aquí hasta París y me puede pasar de todo". No se entera, o no quiere enterarse, de que los demás ciclistas ya consideran que corren otra carrera, que han llegado a la conclusión de que terminar segundo detrás de él sería un triunfo. "Espero no sufrir una pájara, como en la Vuelta a Suiza, o alguna caída, como en la Midi Libre". Desconoce, quizás, que a todo ciclista en estado de gracia se le ahorran los sinsabores, que quien no tiene que arriesgar ya para ganar no sufre contratiempos. Pero, por si acaso, tiene un buen consejero en el equipo, Bjarne Riis.O ese papel se ha adjudicado el gran danés.

Más información
Olano adquiere el derecho a combatir

"Jan es un corredor impresionante", dice Riis "Está claro que se ha acabado la discusión sobre quién es mejor dentro del equipo, pero Jan es muy joven, y aún le falta experiencia". Y para eso está Riis Y para cubrirle las espaldas, oficilamente. El ganador del pasado Tour calcó su contrarreloj a la de Olano, aunque un pinchazo al comienzo de la primera subida le hiciera perder "30 segundos y el gran ritmo que había cogido".

Ullrich se enfrenta en los Alpes a un terreno desconocido. De los grandes puertos que quedan por franquear- Alpe d'Huez, Glandon, Madeleine, Courchevel, Croix Fry, Colombiére y Joux Plano-, el joven alemán sólo conoce la Madeleine, que ascendió el pasado Tour. Pero eso no es ninguna desventaja. Tampoco conocía el Tourrrulet o Arcalís, los terrenos de sus demostraciones. "Hay dos tipos de ciclistas", dice un experto. "Aquellos que necesitan conocer palmo a palmo todos los terrenos para apurar al máximo sus posibilidades, y las fuerzas de la naturaleza, aquellos que cuando van bien lo superan todo a fuerza de piernas". Y UlIrich es de éstos. Y en cuanto a la experiencia, un día de amarillo vale por 20 de gris.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_