La Audiencia condena a 12 años de cárcel a tres falsos subasteros que estafaron a seis familias
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a los falsos subasteros Antonio García Abad, Pablo Sánchez-Horneros Sánchez-Alarcos y a Porfirio Aniano Muñoz Holgado a 12 años de prisión y multa de un millón de pesetas por un delito continuado de estafa y otro de falsificación en documento oficial. Durante 1991 y 1992 los procesados estafaron un total de 52 millones de pesetas a seis familias que querían adquirir un piso en Madrid.En la sentencia se considera probado que en el citado periodo los tres procesados llevaron a cabo, de común acuerdo, un plan para hacerse con dinero de personas interesadas en adquirir en subastas judiciales pisos a precios razonables". Mediante la empresa Grupo GMS, Financiación e Inversión, los tres procesados consiguieron atraer y estafar a siete familias, aunque a una de ellas le devolvieron su dinero ( 11 millones de pesetas).
El método empleado con uno de los estafados, Jesús R., quien entregó al Grupo GMS un total de 23 millones de pesetas por un piso en la calle de Arturo Soria, ejemplifica el método que seguía esta banda. A Jesús R. le pidieron en principio 2,5 millones de pesetas para poder participar en la subasta de pisos que organizaba un juzgado de primera instancia. Una vez conseguido este dinero, le exigieron 1,2 millones para hacer frente al impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados. A cambio de estas cantidades, le extendieron un recibo a nombre de la empresa. Al poco tiempo, informaron a Jesús Rodríguez de que el juzgado le había adjudicado el piso que quería, por lo que debía entregar 17,4 millones de pesetas. Para que no desconfiara, los procesados le facilitaron lo que aparentaba ser una fotocopia de una providencia del juzgado que confirmaba que el piso le había sido adjudicado. Más tarde, le entregaron fotocopia de otra supuesta providencia en la que se decía que el piso ya era suyo. En ese momento, la víctima entregó dos millones de pesetas en concepto de honorarios a los procesados.
Millón tras millón
Utilizando los mismos métodos, continuaron estafando a otras personas. Félix M. les entregó nueve millones de pesetas; Federico F. M., 11,8 millones; Milagros B., 6,1 millones; Ricardo F., 1,2 millones; y Julia P., 1,5 millones. Santiago B., tras pagar 11 millones de pesetas, logró que le devolvieran su dinero. El engaño se destapó gracias a Federico F. M., quien intentó comprar el piso mientras trabajaba en la empresa de los estafadores. Después de entregar 11, 8 millones de pesetas y ver que lo único que había obtenido eran fotocopias de supuestas providencias judiciales, decidió denunciar los hechos.Ahora, la Audiencia de Madrid ha condenado a cada uno de los tres únicos accionistas del Grupo GMS a siete años de prisión por un delito continuado de estafa y a cinco años más y multa de un millón de pesetas por otro delito de falsificación de documento oficial.
Además, deberán indemnizar a los perjudicados con las cantidades que les estafaron. Como responsable civil subsidiario ha sido señalada la empresa Grupo GMS, ya que los procesados son insolventes.
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