Fuerte convulsión monetaria en los países del sureste asiático

Los especuladores financieros ejercieron ayer una fuerte presión sobre las monedas indonesia y malaisia e incluso sobre el dólar de Singapur, considerada la más estable de la región del sureste asiático. Estos ataques contribuyeron a incrementar el nerviosismo que se ha extendido por los mercados monetarios asiáticos a raíz de las recientes devaluaciones del peso filipino y el baht tailandés.En Kuala Lumpur, el Ministerio de Finanzas recordaba a los inversores que la economía malaisia está en buena situación, a pesar de los recientes ataques especulativos contra la moneda nacional, el ringgit. "¿Cúal será la próxima?". Es la pregunta en boca de todos los que operan en el mercado de cambios de la región. Algunos temen la intervención concertada de los bancos centrales de la zona.

Japón, cuyo banco central tiene las mayores reservas de divisas del mundo, ya ha mostrado su deseo de colaborar para aportar estabilidad. El gigante asiático tiene fábricas repartidas por muchos de sus países vecinos. Tokio también está dispuesto a aportar fondos en el caso de que se decida aplicar un plan conjunto para la zona, una iniciativa que discutían ayer con urgencia representantes japoneses y tailandeses.

Devaluaciones

El Ministerio de Finanzas nipón mantuvo contactos con los principales bancos privados del país para lograr su participación. El Fondo Monetario Internacional (FMI) también está preparado para participar en el diseño y la puesta en marcha de este plan.La tormenta monetaria se inició el pasado 2 de julio, cuando la decisión de Tailandia de dejar su divisa en libre fluctuación frente al dólar provocó una devaluación del 18%. Una medida similar adoptada en Filipinas el pasado viernes ha forzado la devaluación del 12% del peso filipino.

La mayoría de las divisas de la región, que ha ido ganando en los últimos años un creciente peso en el comercio mundial, tienen su tipo de cambio ligado al dólar para facilitar las transacciones comerciales.