¡Viva Virenque!
Ya estamos en la faena. Tanto los corredores como los cronistas, incluido este meritorio. Todos sudando por fin y algunos con las caras desencajadas, que es lo que manda el guión en estas etapas de la verdad por delante. Felicitar sobre todo a Virenque, pensando que con Cipollini forma la pareja frívola y seductora candidata -a, protagonizar un buen programa de Tómbola, eso sí, con mas pedrigrí y categoría humana que los, habituales de turno. Su etapa de ayer ha sido sensacional, no sé si algo apoyada por la grandeur francesa que quizá sea capaz de transmitir alientos en este 14 de julio. En todo caso, él y los Festina han cumplido todos los objetivos, incluyendo el de regalar el triunfo a Brochard, gentileza que yo sólo conocía en corredores generosos como Jalabert, que este año por cierto no parece estar a la altura de mi admiración, sobre todo de su primer puesto en mi quiniela sobre el Tour.Extraña carrera del Telekom, alternando aceleraciones febriles con descansos inexplicables, pero al final cumpliendo sus claras piosibilidades de triunfo en París.
Y por mi parte, un nuevo reproche a mis, por otro lado amigos, Pedro González y su tocayo Perico por dejar escapar de vez en cuando su fervor -muy propio dé este país- por el ídolo, y llegar a decir ayer durante varias veces, cuando esos dos grandes de nuestro ciclismo que son Escartín y Jiménez iban con los escapados, el comentarió de "¡qué pena que no esté Olano!" y en ningún momento en el que Olano fuese por delante de ellos les oí comentar "¡qué pena que Jiménez y Escartín no estén en la escapada!". Hay que, dar ánimos y moral a todos amigos, aunque ya se sabe que el fanatismo es hereditario.
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