China resucita con su magia el abandonado parque de atracciones de Leganés
Cada atardecer de este verano el dragón chino se despertará muy lejos de sus fronteras para acercar a los madrileños un abanico de sus tradiciones, su artesanía y espectáculos como la ópera, las sombras chinescas o el gongfu (arte marcial más conocido en España como kung fu). Eso es Io que ocurre en el municipio de Leganés, (178.000 habitantes) desde este fin de semana gracias a la exposición temática China y su magia, que se extiende por los 30.000 metros cuadrados que antes ocupaba el parque de atracciones del centro comercial Parquesur.
Al traspasar los arcos de la Puerta de la Felicidad, los visitantes se adentran en un escenario que les traslada a una de las fiestas más importantes de ese país, como la de la primavera o la del Año Nuevo chino. El despliegue es espectacular, en especial el del llamado Festival de Farolas. Hay 28 conjuntos de gran tamaño que se iluminan cuando el sol se esconde y que emergen entre árboles y estanques dotados de música y movimiento.El dragón de cristal tiene 18 metros de longitud y se ha realizado con 50.000 frascos de penicilina que los artesanos chinos han atado manualmente uno a uno. El proceso duró dos meses. Otros, como Los elefantes, se han construido a base de ir uniendo con paciencia 3.000 platillos y 1.000 tacitas.
Hay conjuntos realizados en seda natural traída expresamente de China, como Los cinco dragones juegan en el agua o El cumpleaños de la madre del emperador. El peso de algunas figuras supera la tonelada.
En otro punto del parque, un dragón de 20 metros se enrosca sobre una inmensa columna con una réplica en madera de la Muralla China al fondo. Si hay figuras humanas, los grupos pueden ser de 15 personas. Además han hecho dos concesiones al país que les acoge y han dedicado una farola al toreo y otra al Quijote de Cervantes.
José Luis Cervero, director general del Grupo Plus, uno de los organizadores de la exposición, explica que la mejor manera de hacer entender a un occidental lo que es un festival de farolas es compararlo con las fallas valencianas.
Hace un año, durante la visita a España del presidente chino, surgió la idea de realizar un intercambio cultural con ese país. En principio, la exposición estaba pensada para el Retiro o la Casa de Campo, pero el amplio número de visitantes previstos lo impidió debido al impacto ambiental que podría producir en las dos zonas verdes. Al final, se optó por Leganés.
Fruto de las negociaciones con la Administración china se consiguió que colectivos de artesanos de diferentes regiones pudieran salir por primera vez juntos del país para hacer una exposición temática. En total son 170 artesanos que han trabajado durante cuatro meses de forma incesante. Se alojan en casas que han alquilado los organizadores. "Ha sido un trabajo de- chinos", bromea Cervero, que se ha quedado maravillado al ver lo que consiguen con herramientas precarias y elementos que para nosotros son de desecho, como el motor de una lavadora, por ejemplo.
En una de las carpas hay instaladas 1.500 farolas de menor tamaño. Son las de mayor valor histórico, ya que algunas tienen 600 años de antigüedad y han sido traídas para la muestra en préstamo por algunas de las familias de zonas rurales de China. Hay también una maqueta de la ciudad de Suzhou, de la que un dicho popular dice que, si en el cielo está el paraíso, en la tierra está Suzhou por sus bellos paisajes.
Antes de entrar a contemplar los tres espectáculos (la ópera, las sombras chinescas o el gongfu), al visitante le espera otra increíble sorpresa de la mano de los artesanos del azúcar, que con una depurada técnica que se remonta a la dinastíaMing consiguen hacer dulces monumentales como un dragón de dos toneladas y 10 metros de longitud. Para hacer cada una de sus 30.000 escamas, trabajaron siete personas a lo largo de dos semanas. Y lo curioso es que, como afirma Chen Tongzhen, una de las artesanas, estas esculturas se comen al concluir la fiesta.
El historiador Yuan Zhongun sostiene que los artesanos son los mejores que existen en su país y que la exposición dará a los occidentales la posibilidad de acercarse a un país con una historia milenaria.
China y su magia. Exposición Cultural Universal China 1997. Hasta octubre, en Lagosur (avenida de Gibraltar, s/n. Leganés). De 19.00 a 1.00. Adultos: 600 pesetas; niños: 400
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