Chirac: "Toda Francia está junto a España"
Europa se despertó ayer horrorizada ante la barbarie de ETA. La escenificación morbosa del asesinato del edil del PP Miguel Ángel Blanco y la exhibición obscena de inhumanidad ejercida por la organización terrorista trajo a la memoria colectiva el comportamiento de los nazis. Muchos europeos descubrieron así la verdadera naturaleza de ETA. "Toda Francia está junto a España", proclamó el presidente francés Jacques Chirac. El ministro francés del Interior, Jean Pierre Chevènement, remitió a Jaime Mayor Oreja un telegrama en el que reafirma su compromiso de trabajo para acabar con ETA.
Mientras los principales periódicos europeos constataban expresamente en sus primeras páginas el carácter intrínsecamente asesino de la organización terrorista vasca, descalificando implícitamente sus pretendidas consideraciones políticas, los gobiernos europeos transmitieron sin fisuras al ejecutivo español su solidaridad ante la tragedia y su admiración por la forma en la que la sociedad española ha reaccionado ante el secuestro y posterior asesinato del concejal del PP vasco Miguel Ángel Blanco.El Gobierno francés se apresuró a comprometerse a reforzar la colaboración con el ejecutivo español en la lucha contra ETA y tanto el presidente, Jacques Chirac, como el primer ministro, Lionel Jospin, comunicaron al presidente español, José María Aznar, su sentimiento de horror y de tristeza ante el crimen y su viva simpatía por el pueblo español.
El presidente de la República, Jacques Chirac, afirmó en ese escrito dirigido a Aznar que "la lucha contra el terrorismo y la violencia ciega son, más que nunca, nuestra prioridad común". Chirac calificó la muerte del edil del PP de Ermua de "asesinato cobarde" que suscita "el horror y la indignación de los franceses".
El primer ministro, el socialista Lionel Jospin, tramitó otro mensaje de apoyo y gratificación para Aznar: "Quiero expresaros en mi nombre y en el de mi Gobierno el horror que sentimos, y aseguraros nuestra simpatía más viva y entristecida".
En términos similares se expresó igualmente todo el Gobierno francés a través de un comunicado oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores: "La ejecución por ETA de Miguel Angel Blanco es un acto cobarde e inhumano que sólo puede suscitar horror y condena. Francia comparte la emoción y la indignación provocada por este odioso crimen y desea trasladar al pueblo y a las autoridades españolas sus sentimientos de simpatía y solidaridad".
"El trágico suceso", se indica en la nota del Gobierno francés, "no puede más que reforzar la determinación de Francia y España a actuar conjuntamente para combatir el terrorismo y hacer respetar el Estado de derecho".
Embajada, sin fiesta nacional
En señal de duelo por este suceso, la Embajada de Francia en España suspendió los actos conmemorativos de la fiesta nacional francesa que se celebra hoy. El embajador en Madrid, Patrick Leclerq, señaló incluso que "esa desgracia será un estímulo en la lucha conjunta de ambos países contra el terrorismo".Patrick Leclerq informó que en España residen habitualmente unos 60.000 franceses, de los que unos 5.000 suelen participar anualmente en los actos festivos que prepara la Embajada en esta ocasión suspendidos.La disposición a continuar colaborando en la lucha contra ETA fue renovada expresamente por el nuevo ministro francés de Interior, Jean Pierre Chevènement en un telegrama enviado a su homólogo español, Jaime Mayor Oreja. "Más que nunca, este odioso acto nos invita a continuar nuestros esfuerzos para acabar con el terrorismo y esta ciega violencia. Le transmito mi solidaridad ante este trauma que esta pasando su país", le indicó a Mayor Oreja el titular de Interior francés.
Chevènement le expresó también su "más sentida emoción ante el cruel asesinato" y su "solidaridad ante este ataque a la democracia española".
Las palabras de Jean Pierre Chevènement tienen probablemente un doble valor dadas las reticencias a la colaboración internacional que se le han atribuido durante su trayectoria política a este veterano político francés.
Chevènement y Jaime Mayor Oreja se conocieron el pasado 10 de junio en París, apenas cuatro días después de que Lionel Jospin cerrara los nombres que han compuesto su primer Gobierno. Entonces ya confirmaron su deseo de continuar trabajando por el fin de ETA sin descanso.
Jaime Mayor Oreja llegó incluso a declarar tras aquella entrevista urgente que la colaboración antiterrorista con Francia iba a continuar. El ministro del Interior español apuntó que ya nadie podía dudar de que no habría marcha atrás en esa cooperación al margen de los colores políticos de cualquiera de los dos Gobiernos.Precisamente ahora ambos Ejecutivos están estudiando nuevas fórmulas de colaboración y, en este sentido, no se descarta que en el próximo seminario ministerial hispanofrancés, que se celebrará el 21 de julio en Ibiza con la presencia de los dos ministros del Interior, puedan concretarse algunas de esas medidas.
Clichés de izquierdas
En Francia, y particularmente en los círculos de su izquierda más perezosos a la hora de desembarazarse de los prejuicios y los clichés acuñados en el pasado, la cuestión de ETA ha seguido estando envuelta en el equívoco que representa a sus miembros como activistas de un nacionalismo oprimido y perseguido.De hecho, la indignación ante la crueldad de ETA va acompañada por una cierta perplejidad y también de admiración ante el comportamiento templado, solidario y pacífico de la sociedad española.
Erik Derycke, el ministro de Asuntos Exteriores de Bélgica lo subrayó especialmente de forma expresa: "El Gobierno belga siente admiración por la manera en la que la sociedad española, toda entera, se ha manifestado con dignidad, coraje y determinación contra este acto de violencia ciega, cruel y cobarde".
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