UNA BAJA ARAGÓN CON DENUNCIA.
A pesar de las alteraciones impuestas por la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en los mensajes políticos de su todoterreno -tuvieron que quitar lemas como 200.000 muertos desde 1975 y Timor no es Indonesia-, los pilotos portugueses Joáo Gabriel, asesor del presidente de la República, y Paulo Camacho consiguieron su singular y prioritario objetivo al participar en el Rally Baja de Aragón, que terminó ayer con el triunfo del francés Pierre Lartigue: llamar la atención en una prueba deportiva sobre los derechos humanos en Timor Este, la ex colonia portuguesa invadida en 1975 por el régimen indonesio de Suharto. En la imagen, antes de la carrera, con chaqueta, José Ramos Horta, premio Nóbel de la Paz, junto a José Alberto Carvalho, Camacho y Joáo Gabriel, en cuclillas.
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