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Tribuna:COMER, BEBER, VIVIR: FELICIANO FIDALGO
Tribuna
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Dios, existe. Y las "viudas", más

Los panegiristas del budismo no hablan de años ni de milenios. Sólo les acomodan los ciclos de tiempo, las inmensidades inmedibles de noches y de días- y de fulgores. Así anudan la realidad al sueño, el mito y la- leyenda al poder de la ensoñación. Y por ello, Buda es el dios que a cada cual le cumple. Tanto de lo mismo podría decirse de las 30.000 hectáreas que - di bujan la Champaña francesa, al norte de París, a menos de, dos horas de asfalto de autopista: hace varias inmensidades de tiempo que esta Champaña era mar; mas, un buen día, el agua pensó. No lo explican así los biógrafos de esta tierra de magia y leyenda, pero el agua pensó: y se retiró hacia los adentros de otros- mares para - hacer de 30.000 hectáreas una franquicia del azar y de la inteligencia. Pasaron ciclos de tiempo nunca contabilizados, y la tierra salina de la Champaña padeció la sacudida de dioses en furecidos en, forma de cataclismos. E hicieron falta más ciclos de tiempo para, que esta tierra, asentara su lucidez (30 centímetros de tierra y más de 30 metros de caliza que penetran las raíces de las cepas para chupar vida) y para que hoy sea el vergel esmaltado por iglesias rurales de la Francia de campanario y por trasquiladoras de la última tecnología que podan y embellecen las viñas sagradas de la montaña de Reinis y de- la cóte des blancs...Luego llegaron los hombres, y las viudas cuando faltaron los hombres. Una vez más, la leyenda dice que el champaña lo inventó Dom Perignon, el benedictino que, de creer otra leyenda, vino a comprar corcho a Cataluña y, de paso, reveló el misterio, de las burbujas. Oficialmente, el vino de Champaña apareció el 3 de enero de 1972, cuando Philippe Clicquot publicó un aviso en la Gazette de France anunciando "la fundación del negocio de vinos con la marca Clicquot".

Desde entonces, el lema champañés -Una sola calidad, la primerísima- ha conquistado el mundo. Y el champaña es el cruce de caminos de la pasión y de los sueños para vivir en voz alta alguna vez. Los dioses ignorados de las tinieblas, después los champaneses y, porque algunos hombres le dieron plantón a la vida antes de tiempo, sus viudas salieron al escenario del mundo. La primera, La Viuda Clicquot, con sus etiquetas amarillas, invadió la Rusia de los zares para convertirse en la viuda más célebre de la historia champañera. Luego vinieron otras, y hoy la Champaña es burbuja y paraíso terrenal. El mundo acude a sus viñas todo el año. ¿Cuándo una parcela de tierra llegó a tanto?

Todo es deleite. Sólo se declina el refinamiento. A la hora del almuerzo, si el bolsillo es generoso, L`Assiette Champehoise (07 33 326,846 464), es la despensa de lujo de toda la cocina francesa de siempre. Un menú especial: 14.000 pesetas. Y aquí también se duerme por el mismo dinero. Y no hay que asustarse Reims está cuajado de encantadores restaurantes donde comer es cosa de 3.000 pesetas o menos, o algo más: Aux Coteaux (07 33 326 473 884), La Coupole (07 33 326 478 628) Los hoteles son otro encanto burbujeante por poco más de 3.500 pesetas la noche: hotel Cély (07 33 326 475 747), hotel Victoria (07 33 .326 472 179). Y un bar, Jour et Núit (07 33 326 401946).

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