España consigue clasificarse para el Mundial
La selección se impone a Turquía en un partido desangelado
España ganó, que nunca viene mal, y menos después de la frustración que produjo la derrota ante Rusia en la pugna por acceder a las semifinales. De paso se clasificó para el Mundial del año próximo en Atenas, objetivo mínimo antes del campeonato y único botín que restaba después de lo ocurrido ante los rusos Tampoco es desdeñable este logro, pues se evita otro año en blanco. Y el baloncesto español no está para tirar cohetes. Teniendo en cuenta que la ausencia de los, Juegos Olímpicos del 96 no ha servido para armar un equipo de éxito en el 97, lo mejor es que el equipo español siga acudiendo a todas las citas anuales, con la esperanza de pegar un salto hacia adelante que nos incluya de nuevo en el primer vagón del baloncesto. Por ahora hay que conformarse con viajar en el segundo y preguntarse por las causas del desplome que ha sufrido el baloncesto en nuestro país.Aunque parezca una perogrullada, para conseguir dar ese paso que se resiste desde tiempo inmemorial, lo primero es estar. Aquí se acabaron las noticias buenas del día.. El partido ante Turquía fue deprimente y no podía ser de otra forma. Lolo Sainz, minutos después de que el fallido triple de Smith ante Rusia acabase con las esperanzas de medalla, comentó que su objetivo primordial era mentalizar a sus hombres de la importancia del encuentro que otorgaba el pasaporte a Grecia.
Seguramente los jugadores eran los primeros en saberlo, pero una cosa es la cabeza y otro el corazón. El de España estaba desolado. Con el ánimo por el suelo, el equipo español intentó disimular su estado anímico y casi lo consigue cuando Mike Smith logró el único triple en todo el partido (32- 10, minuto 10). Fue a poco menos de tres metros del lugar desde donde lanzó el tiro final ante los rusos. Muchos pensaron que el acierto llegaba con un día de retraso. Pero resulta difícil sobrellevar una pena como la que soportan los jugadores españoles y que nadie se dé cuenta.
En cuanto Turquía dejó ole ser una hermanita de la caridad la realidad se adueñó de la situación y España encajó un 2-16. A pesar que el equipo se iba poco a poco descomponiendo, nadie se tomó muy en serio el aviso. Se jugaba el España-Turquía y se recordaba el España-Rusia y el resto del campeonato, corno si todo hubiese acabado ya. Que si Dueñas está muy verde y ha terminado muy gastado físicamente o que si cuando se va Herreros este equipo las pasa canutas.
La última jugada del primer tiempo insistió en el debate al no ser capaz España de lograr canasta teniendo la posesión y treinta segundos para jugarla. Hubo que aparcar los malos recuerdos y los análisis cuando Turquía se puso por delante a falta de 7 minutos (66-68). La cosa iba en serio. No era cuestión de elucubrar sobre que le falta o sobra a España para ganar, un partido importante. Aquello se había convertido en un partido importante pues existía la posibilidad de caer aun más abajo. Al vacío total. Fueron minutos angustiosos. Una buena racha de Angulo y Herreros en el tiro consiguió que la sangre no llegase al río e incluso, vistos los abrazos de los jugadores españoles al final del partido convenció a estos de la importancia de lo que estaba en juego.
Hoy termina una nueva experiencia decepcionante para España. El asegurar su puesto en el Mundial no cambia dos hechos incuestionables. Se ha vuelto a perder el partido fundamental, el que separa el primer vagón del resto. Y algo que igual es peor. El público ha dado la espalda al torneo. Volvemos a la historia de todos los años sólo que peor. El baloncesto español está de capa caída y entre los que no se enteran y lo que no se quieren enterar, cada vez es peor. Algo hay que hacer pero se puede apostar a que nada se hará. .
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