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ELECCIONES MEXICANAS

El Gobierno de Zedillo descarta el peligro de fraude en las cruciales elecciones de mañana

La añeja tradición de fraude electoral le está saliendo cara a México. Con un presupuesto de 40.000 millones de pesetas, el Instituto Federal Electoral (IEFE) se afana para que las elecciones legislativas que se celebrarán mañana, cruciales para el futuro del país, resulten inmaculadas. Las condiciones están dadas: el Gobierno ha sacado las manos de la institución, los fondos son generosos y los candados de seguridad para evitar las trampas rozan lo insólito. Apesar de las garantías del presidente Ernesto Zedillo, las autoridades están sudando la gota gorda para convencer a la opinión pública.

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"¿Para qué votar, si ya sabemos quién va a ganar?", pregunta con aspavientos un frutero capitalino. Se refiere, naturalmente, al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobierna México desde hace 58 años. "Ya conocemos sus mañas. Yo mismo estuve una, vez marcando boletas [papeletas] a su favor. Me obligó mi jefeen el sindicato. No sé cuántas rellené, pero voté para el resto de mi vida".Y mientras el frutero refunfuña, José Woldenberg, presidente del IFE, suspira en su despacho. "El punto central es remontar la desconfianza (le la gente", dice. "Y no partimosde cero. Partimos de menos diez".

En octubre pasado, el Congreso mexicano puso en las manos de este respetado sociólogo de 45 años las riendas de la institución encargada de organizar las elecciones de mañana, de las que saldrán una nueva Cámara de diputados, la cuarta parte del Senado, seis gobernadores estatales y el alcalde (le la ciudad de México. Gracias a la reforma electoral impulsada en 1996 por el presidente Ernesto Zedillo, el IFE, que dependía de la Secretaría de Gobernación [Ministerio del Interior], está dirigido ahora por un grupo de ciudadanos sin militancia, con la supervisión de: los partidos.

La misma reforma introdujo una serie de medidas destinadas a equilibrar las condiciones de competencia: reguló el acceso de los partidos a los medios de comunicación, fijó topes a, los gastos de campaña y limitó la financiación privada de las formaciones políticas, otorgándoles a cambio una cuantiosa ayuda pública: 2.111 millones de pesos (38.000 millones de pesetas). Tres veces más que en EE UU. Si se suman al presupuesto del IFE, resulta que el Estado mexicano ha destinado casi 80.000 millones de pesetas a estas elecciones. Las más caras de América Latina.

Las urnas 'embarazadas'

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Pese a todo, los recelos populares son difíciles de vencer. Los mexicanos conocen de memoria las triquiñuelas empleadas durante 68 años para alterar las votaciones: rellenar urnas (urnas embarazadas), cambiarlas (le ubicación (el ratón loco), introducir varias papeletas a la vez (el taco) o votar una persona en diversos, colegios (el carrusel), por ejemplo. Por no hablar de la oportuna caída del sistema informático, que en 1988 interrumpió un recuento de votos desfavorable para el candidato oficial, Carlos Salinas.Hoy, los candados creados por el IFE para evitar cualquier atisbo de fraude son asombrosos. Para empezar, el padrón electoral ha sido revisado y sometido a auditorías públicas y privadas.

Por primera vez, tanto el carné de voto como los propios listados. incluyen la, fotografía del elector. El IFE ha elaborado 11 juegos de listados; de 52 millones de personas, con los datos y la foto de cada votante, que se han repartido a los partidos y a los colegios electorales. Es decir, 25 millones de hojas, de papel especial para evitar las falsificaciones.

Por si eso fuera poco, en las 103.000 mesas electorales se repartirán 206.000 botecitos de tinta indeleble cuya elaboración ha sido supervisada por expertos del Instituto Politécnico Nacional. Tan indeleble es, que sólo se va cuando se regenera la piel. Con ella se manchará un dedo del votante una vez introducida la papeleta. Por cierto, las urnas han sido especialmente diseñadas para que por su ranura sólo quepa un voto. ¿Y las papeletas? Son 120 millones, y están adheridas a un talón numerado y perfectamente identificado. Toda la documentación electoral está custodiada por el Ejército.

Difusión por Internet

En la noche del 6 de julio, los resultados se irán concentrando en el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), desde donde se harán públicos de forma inmediata, incluso por Internet. Para ahuyentar los fantasmas informáticos, el PREP cuenta con planta de luz propia y con otra instalación gemela en otro punto de la ciudad, que entraría en funcionamiento de forma inmediata ante cualquier eventualidad.Recientemente, un equipo de expertos en organización de elecciones de las Naciones Unidas revisó los preparativos. El informe fue muy positivo, si bien señaló, en tono crítico, la "sobrerregulación" a base de "candados y contracandados".

"Esto no es el costo de la democracia, sino el costo de la desconfianza", dice Woldenberg. "A medida que se vayan celebrando elecciones limpias, las válvulas de seguridad se irán desmontando", añade.

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