ETA fabrico un nuevo modelo de granada y una 'bomba rodante' en la nave donde estuvo Ortega
Una auténtica fábrica de muerte. Los secuestradores del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara habían conseguido construir en la nave de Mondragón (Guipúzcua) dos nuevos artefactos explosivos nunca utilizados por la organización terrorista ETA: una granada de fibra de vidrio -más grande y menos pesada que las habituales y una bola hueca, de unos 14 centímetros de diámetro, hecha de resina y con capacidad para unos dos kilos de explosivo. Un experto en la lucha antiterrorista explicó ayer el funcionamiento de esta bomba rodante: "Se pone en una calle con pendiente, donde al final haya un cuartel u otro objetivo, y se lanza como si fuera un bolo para que alcance velocidad. La explosión puede ser terrible".
La Guardia Civil ha descubierto más, ocultos en diversas decedencias de la nave, los moles para la fabricación en serie los nuevos artefactos y unas 100 piquetas de las que se utilizan para lanzar granadas. Tambien, una máquina fresadora, ana pulidora, todo tipo de herramientas y trozos de hierro. El nuevo mortero, del que los terroristas ya habían construido tales piezas, es una reproducción exacta de los Jotake tradicionales que ETA empezó a fabricar 1987. Pero los nuevos son algo más grandes -unos 50 centimetros de alto por 10 de ancho- y mucho más livianos. Si es de acero pesaban siete kilos, si es de fibra de vidrio apenas alcanzan el kilo. "No sólo admiten las metralla", explicó el experto "sino que además pueden alcanzar objetivos situados a larga distancia". Como los de acero, los nuevos take poseen un detonador que de impactar en el objetivo explota y lanza la metralla. Además del daño, los terroristas conseguirían así más seguridad en los atentados, al poder situarse a mayor distancia del objetivo. Pero si los morteros descubiertos en la nave son una tapadera corregida de los usados hasta ahora por ETA, el bolo es un sistema totalmente nuevo. Consiste en una esfera hueca, con capacidad para tres o cuatro kilos explosivo, con una tapadera que incluye el detonador.
El 'bolo' mortífero
Documentación incautada a miembros de ETA en el año 1991 hacía referencia a este artefacto pero hasta ahora no había sido utilizado. Los artificieros de Guardia Civil consideran que los secuestradores de Ortega Lara ya estaban en disposición fabricarlos en serie, puesto que han encontrado en la nave Mondragón el molde de hierro. En el único bolo encontrado la nave están impresas, como para despejar cualquier duda, las siglas de ETA. Los agentes de la Guardia Civil que liberaron a Ortega Lara han empleado dos días, bajo la supervisión del juez, para trasladar de la nave de Mondragón al cuartel donostiarra de Intxaucondo los artefactos y las herramientas para construirlos. Además de morteros y bolos, la fábrica había una gran cantidad de piquetas -de las que se atavan en adoquines para lanzar granadas- y trozos de hierro ara fabricar sacacorchos: instrumentos muy parecidos a los que se usan para descorchar bollas y que los terroristas emplean para robar los coches que luego emplean para cometer atentados.
La nave de Mondragón se perfila, pues, como la más importante fábrica de armas de ETA encontrada en territorio español. Guarda cierta similitud con la descubierta en 1994 en la localidad francesa de Bidart. También en aquella ocasión, los terroristas tenían instalado un sofisticado sistema para poder acceder al arsenal: pasar la cabeza de un alfiler por la ranura de una baldosa. En Mondragón, el invento consistía en introducir una herramienta en un enchufe para que se desbloqueara el sistema hidráulico de acceso al zulo.
Las investigaciones policiales han llegado a la conclusión de que alguno de los seis detenidos en la operación Pulpo participó en los asesinatos de al menos cuatro guardias civiles en Guipúzcoa en la década de los 80.
Además, a este comando se le imputa la fabricación de las lanzaderas de granadas utilizadas en los últimos ataques perpetrados contra el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo y la academia de la Ertzaintza en Arkaute (Vitoria).
La Comisaría General de Información sospecha que ETA intenta cometer un atentado en Madrid "en venganza" por el éxito obtenido por la Guardia Civil con la liberación de Ortega Lara. Pero, además, los servicios antiterroristas barajan la posible llegada a España de un comando árabe y de otro grupo violento relacionado con el movimiento anti-OTAN alemán, informa Jesús Duva. Unos 4.000 policías nacionales y municipales forman el dispositivo de seguridad. Interior ha cursado una "alerta permanente" ante el temor a que "diferentes facciones" terroristas actúen durante la cumbre de la OTAN que se celebrará los próximos 8 y 9 en Madrid, según los sindicatos policiales. Éstos han desconvocado la huelga de celo y las protestas que tenían previstas para estas fechas. La Delegación del Gobierno en Madrid ha prohibido la concentración convocada para el martes por los sindicatos policíales SUP, UFP, SPP, SPPU, ANPU y Sindicato de Comisarios, además de denegar permiso para otros 15 actos de colectivos antimilitaristas y anti-OTAN.
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