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LA LUCHA ANTITERRORISTA

Una grabadora hallada en Mondragón prueba que Julio Iglesias estuvo en el mismo lugar que el funcionario

., Julio Iglesias Zamora, durante los 117 días de cautiverio en su ataúd blanco, aprendió inglés ayudado de una pequeña grabadora que le facilitaron sus secuestradores. Tras su liberación -su familia pagó los 500 millones que le exigía ETA- el empresario donostiarra contó que había conseguido aprender los verbos irregulares, a pesar de que uno de los botones del aparato no funcionaba.Ahora, casi tres años después, la Guardia Civil acaba de encontrar aquel magnetofón marrón y negro, con un poco más de polvo y la misma avería. Estaba en la nave de Mondragón, en una de las dependencias contiguas al zulo que ocupó José Antonio Ortega Lara desde enero de 1996.

Esto viene a demostrar, según confirmaron ayer fuentes de la lucha antiterrorista, que Iglesias y Ortega Lara sufrieron la tortura del secuestro en el mismo lugar y a manos de los mismos verdugos.

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No obstante, en estos tres años -ETA dejó libre a Julio Iglesias el 29 de octubre de 1993- el habitáculo ha sufrido alguna modificación. El empresario, al despertarse, veía los mismos carteles en la pared. En uno, una montaña nevada, por la que Iglesias esquiaba ayudado de su imaginación. En otro, un lago, "por el que todas las mañanas daba unas cuantas vueltas haciendo footing", según declaró Iglesias al recobrar la libertad. En un tercero, y para que no olvidara su situación, los terroristas habían colocado un cartel con el símbolo -un hacha y una serpiente-de ETA. Ortega Lara también contempló los mismos paisajes y la misma amenaza durante el año y medio de secuestro.

La comida también fue distinta. Iglesias contó entonces: "Sólo hubiese faltado que encima, entre vascos y con la fama que tenemos en la cocina, hubiésemos comido mal". "No se lo hubiese perdonado nunca", llegó a ironizar. Ortega Lara, sin embargo, no salió con fuerzas para bromear, después de tantos meses alimentándose sólo de frutas y verduras.

Ahora falta saber si el empresario José María Aldaya también compartió el mismo zulo que Ortega Lara e Iglesias Zamora. Este último y Aldaya han sido citados por el juez Javier Gómez de Liaño para que a las 12 de la mañana de hoy se trasladen a Mondragón a reconocer la nave y comprobar si fue allí donde estuvieron cautivos. El juez Baltasar Garzón ha ordenado a la Guardia Civil que levante el precinto del zulo, para permitir el paso de Gómez de Liaño, Iglesias y Aldaya, tras lo que el precinto deberá ser restablecido.

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