Reconstruir Albania

Su país está devastado por los disturbios. Amplias zonas son controladas por bandas de indeseables. En la mayor parte del país, no hay representantes del Estado. Aun así, los albaneses han elegido un nuevo Gobierno en unas elecciones marcadas por una alta participación y muy poca violencia. (...) Ahora, sin embargo, comienza realmente el trabajo de reinventar Albania. Los resultados son incompletos, pero los votantes han rechazado claramente al presidente Sali Berisha y a su impropiamente denominado Partido Democrático. ( ... ) El nuevo Gobierno de Albania será dirigido por Fatos Nano, del Partido Socialista. (...) Hay personas comprometidas con la democracia en el partido de Nano y sus socios de coalición pero él no está entre ellos. Ha dirigido a los socialista con mano de hierro, y algunos temen que al igual que Berisha, pueda anteponer sus intereses particulares a los de Albania.(...) Nano encara la construcción de un nuevo país. Debe desarmar a las milicias y requerirá que las tropas europeas más tiempo del que habían planeado. Occidente debería también aprender una lección de Albania. EE. UU y Europa respaldaron a Berisha mucho después de que su Gobierno se convirtiese en un problema. Nano dependerá de la ayuda y los préstamos internacionales. Éstos deberían estar condicionados a una política que establezca instituciones y prácticas democráticas.