Una paloma blanca en la cárcel de Logroño
Los funcionarios y trabajadores de la prisión de Logroño cambiaron ayer el significado del acto que reivindicaba la libertad de José Antonio Ortega Lara, en lo que fue la última concentración silenciosa que todos los miércoles, desde el 17 de enero de 1996, han venido celebrándose en demanda de la libertad de los secuestrados por ETA. La pancarta que colgaba de la fachada principal del recinto carcelario y que pedía la libertad de Ortega Lara y Cosme Delclaux dio paso a una gran paloma blanca, confeccionada en tablerillo, en un mensaje claro para la sociedad: "Que no se vuelva a repetir", según precisó uno de los trabajadores. Un portavoz de los funcionarios pidió "como culminación" de todas las movilizaciones "guardar cinco minutos de silencio por esas víctimas del terrorismo que no han podido ser liberadas", con un recuerdo especial para el empresario aragonés Publio Cordón, secuestrado por los GRAPO en junio de 1995.
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