Los náufragos financieros de la telaraña

El hundimiento de Gabriel Cañellas y de su sistema de poder político y financiero dejó a varios náufragos a la deriva. Sus tema fue una gran telaraña complicidades, donde lo públio y lo privado se confundían. Desde de entonces, el directorio insular ya no es el mismo y el PP está crisis permanente.Las entidades bancarias do de operaron el PP y el pagad de comisiones, Antonio Cuarte destituyeron a sus responsable En Sa Nostra cayó su presidente el amigo de Cañellas, Juan Forcades, jefe del comité elector del PP. Manuel Muñoz salió la Banca Matutes (Sanpaolo), la que hubo ocultación de dato y donde están las cajas fuerte del partido. La Banca Mar despidió a su vicepresidente Simón J. Galmés y disolvió el consejo asesor en el que figuraba pagador de comisiones, Anton Cuart.

Antes de ser finalmente imputado, Antonio Cuart desaparecio como hombre fuerte de la fundación privada Bartolomé Marc en cuyo patronato coincidió con otros representantes del mecen entre ellos su propio hijo, Cristóbal Cuart, Juan March Delgado Leonor March Cencillo, Jaime Morant y José Zaforteza, uno los tres jueces del tribunal que próximamente le juzgará.

La bomba del caso Sóller saltó en el verano de 1994, al fuga se a Panamá Paco Berga, un negociante en quien Cañellas había confiado. Quebró Brokerval agencia de Berga, donde el presidente tenía una inversión del PP en dinero negro. El huido manejó la estrategia financie del túnel de Sóller y dejó rastro de los probables fondos sucios. Por el fiasco de Berga, el tenien de la fiscalía, Ricardo Leiva, y gerente de la universidad, Luis Piña, socios y titulares de depósitos en Brokerval, dejaron su cargos públicos.