La cosa funciona

Inconvenientes de altura. Las molestias que puede causar un equipo pueden llegar por muchos caminos. La agresividad defensiva, el talento ofensivo o simplemente por la dureza con la que se emplea. Uno de los más frustrantes es cuando esos inconvenientes provienen simple y llanamente por una desventaja física. España es superior en talento y riqueza técnica a Alemania, pero la diferencia en centímetros es tal que puede llegar a convertirse en un grave problema. Ayer lo fue durante tres cuartas partes. Hasta que España recuperó las virtudes mostradas ante Croacia.Dos caminos. Ante un conjunto desmesurado en altura y limitado en dominio de balón, existen tres formas de convertir las debilidades en ventaja. Intensidad defensiva para aprovecharse del mal control de la pelota, velocidad de transición para conseguir canastas de contraataque y acierto exterior para evitar que los altos coloquen su muralla debajo del aro. Mientras se jugó al cansino ritmo alemán, todo se volvía oscuro. Cuando España consiguió poner la directa o sus lanzadores encontraron buenas posiciones de tiro, las cosas pitaban. Muy inteligente la decisión de Orenga y Ferran en salirse a cuatro metros a tirar.

Puestos definidos. Lolo Sainz tiene un quinteto titular (R. Jofresa, Herreros, Smith, Reyes y Dueñas) un repuesto para cada posición (Rodríguez, Esteller, Angulo, Orenga y Ferran) y dos jugadores (Tomás Jofresa y Paraíso) que sólo saldrán cuando las cosas estén o muy fáciles o dificilísimas. Nadie se lleva a engaño. Todos saben donde están y para qué están. Esta simplicidad se está mostrando beneficiosa.

Una ilusión. No tiene que ver con este torneo, y seguramente el Barça no estará de acuerdo, pero la posibilidad de ver a Dueñas con los Bulls resulta ilusionante. Le faltan muchas cosas para llegar, pero no olvidemos que el pivot titular del mejor equipo de la NBA es australiano. Ya va siendo hora que tengamos un representante por allí, y si encima le vemos cerca de Jordan, pues mucho mejor.