"Netanyahu es un rehén de la derecha"

El ex primer ministro israelí Simon Peres, de 73 años, aprovechó ayer la ceremonia en la que fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Alcalá de Henares, para formular un canto a la paz. En su lección magistral, que pronunció sin papeles, recordó a Cervantes, García Lorca y Cela. En con versación con EL PAÍS, manifestó que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu es ahora "un rehén de la derecha".Simon Perski, su verdadero nombre, cambió su apellido cuando era joven al descubrir casualmente en el desierto del Neguev que Peres significa águila en hebreo antiguo. Haciendo gala de las mejores cualidades de ese nombre, analiza la situación en Israel precisando que para entender a Netanyahu hay que conocer cuál es la naturaleza de su Gobierno. La coalición está formada por el Likud y los partidos religiosos. "Puede echar a los ministros que se le antoje, pero no cambiar la coalición. Es a la vez jefe y rehén de esa coalición".

En su opinión, la derecha, más que una ideología social o económica, tiene como fin la defensa del territorio de Israel, por lo que en el momento en que cedieron Hebrón empezaron a comprometer su ideario.

Lo más interesante es ver que de los acuerdos de Oslo emergieron algunas cosas que son irreversibles: "El reconocimiento del pueblo palestino, el de la OLP, el de Arafat y la creación de la Autonomía Palestina, Simón Peres. lo que significa que los palestinos están administrando ahora sus propias vidas". "No creo que Israel vuelva a Gaza o a Nablus. Siempre he pensado que era un error estar allí, que era un error político. Y fuimos a Oslo precisamente para corregir errores". Peres siente que "el tiempo se está agotando", porque Oriente Próximo está plagado de misiles, de armas no convencionales, con un fundamentalismo religioso muy agresivo impulsado por Irán. El terrorismo sigue siendo un peligro. Netanyahu no puede desentenderse de todo esto. "Se enfrenta a un dilema, entre la coalición actual, que es de supervivencia, y la que es necesaria, de progreso. Es posible que algunos partidos le abandonen. Está perdiendo incluso a su propio partido".

¿Ha visto recientemente a Arafat? "Almorcé con él el domingo día 15 y le encontré muy deprimido, en muy baja, forma. Lo más positivo es que en las anteriores reuniones siempre aludíamos al pasado, a lo que habíamos hecho mal. En esta ocasión hablamos del futuro".

A su juicio, el socialismo democrático "es una civilización, no un dogma". En un foro al que asistió en EE UU alguien lo comparó con el Titanic, que al final se hundió. "Yo le contesté que el socialismo no es un barco, sino el propio mar, que nunca se hunde. No es un viaje, es un concepto de la vida".

Peres planea regresar a España, si sus compromisos lo permiten, en otoño para participar en Alcalá en un encuentro interreligioso patrocinado por el Instituto Internacional de Estudios Sefardíes y Andalusíes, que preside el español Isaac Siboni, "porque una mejor relación entre las religiones ayudará al proceso de paz".