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La ex novia de Roldán dice que sus grandes ingresos se debían al cobro de deudas

José María Irujo

Elisa Rodríguez, ex novia de Luis Roldán, aseguró ayer, ante el tribunal que les juzga, que desconocía el origen ilícito del patrimonio, del procesado y que nunca sospechó de él. "En aquel momento no me parecía ningún delincuente y hoy aún me cuesta creerlo" dijo. Rodríguez alegó el cobro de préstamos personales para explicar que se ingresaran en su cuenta cheques millonarios de la constructora Aspica, SA, beneficiada con obras de la Guardia Civil.

Vestida con un traje naranja y bronceada, Elisa Rodríguez, la ex compañera sentimental de Luis Roldán, intentó salir airosa del interrogatorio al que le sometió el fiscal, Alejandro Luzón, que le acusa de un presunto delito de cohecho y pide para ella tres años de cárcel. Como en el caso de otros procesados, el imborrable rastro del dinero la ha sentado en el banquillo. Los cheques de una constructora con cifras que corresponden exactamente a porcentajes de comisiones ilegales de varias obras aplastaron su defensa.En la cuenta conjunta que abrieron Roldán y ella en una sucursal madrileña del Banco Bilbao Vizcaya (BBV) se ingresaron varios talones emitidos por la empresa Aspica, equivalentes al 6% del importe de las obras que logró en adjudicaciones directas de la Guardia Civil. Su intermediario ante Roldán fue precisamente Agustín Blázquez, un íntimo amigo, de Elisa Rodríguez y que vivía desde hacía 20 años en el mismo inmueble que ella. La mitad de esas mordidas han aparecido en las cuentas del propio Blázquez.

Blázquez y Rodríguez, en defensas aparentemente coordinadas, declararon que el ingreso de esos talones de Aspica, efectuados por el primero en la cuenta de la segunda, respondía a préstamos personales entre ambos. "Le presté dinero para que se comprara un coche, hiciese obras en su casa cuando se iba a casar e incluso pagara las vacaciones de verano de sus hijos", aseguró la ex novia de Roldán.

A su vez, Blázquez se contradijo con sus manifestaciones durante la instrucción del sumario, cuando dijo que esos talones pagados por Aspica, se los habían repartido entre los dos. "¿No se acordaba entonces de que se trataba, de la deuda que dice tener con Elisa?", le inquirió el fiscal. "No, señor; entonces no estaba muy inspirado", respondió.

Rodríguez intentó explicar al tribunal cómo con unos ingresos de sólo 130.000 pesetas mensuales que le pasaba su ex marido, Santiago de la Rocha, ex jinete olímpico y piloto de Iberia, podía mantener a sus tres hijos y comprarse en un breve plazo de tiempo una parcela en la elitista urbanización madrileña de La Florida, un chalé de 300 metros cuadrados en Pozuelo y un piso en Aravaca. Su respuesta fue siempre: "Los compré con algo de dinero que yo tenía y el resto con lo que me daba Roldán".

A nombre de un hermano de Elisa figuró también otro piso en la urbanización madrileña de la Casa de Campo que mas tarde pasó a Europe Capital, SL, de Roldán.

La investigación judicial sospecha que, en realidad, Rodríguez actuó de testaferro de Roldán.

Rodríguez dijo que vendió la parcela a Jorge Esparza, otro testaferro de Roldán, y el piso de Aravaca al hijo de éste. En la casa de Pozuelo convivió con Roldán y, según se acreditó ayer, tanto su compra como las obras que se hicieron se pagaron con talones de fondos reservados emitidos por el Banco de España. "¿Conocía el origen de esos fondos?", le preguntó el fiscal. "Yo no sabía nada de fondos reservados ni de obras de la Guardia Civil", contestó.

La ex novia de Roldán y Blázquez reconocieron que el primero les prestó más de- 10 millones para que crearan Kiwi Computer, SL, una empresa de venta de ordenadores. Ambos mantuvieron que no han devuelto a Roldán ni una sola peseta de ese supuesto préstamo. Sin embargo, es un dinero que éste nunca ha reclamado. ¿Por qué?

Blázquez negó haber cobrado comisiones de Aspica y dijo que esta firma le pagó por gestiones "globales" para su propietario, José Herminio Lastra, el único constructor procesado.

Precisamente, con la declaración de Lastra concluirán hoy los interrogatorios a los acusados.

Visones y relojes

Jorge Esparza fue quien presentó a Elisa Rodríguez a Luis Roldán, ya que ambos eran vecinos del mismo barrio madrileño. La pareja se conoció en 1987, cuando Roldán fue nombrado director de la Guardia Civil y atravesaba una fuerte crisis con su primera mujer, Ángeles Cimorra. Más tarde, Roldán pidió a su amigo Julián Sancristóbal, ex secretario de Estado para la Seguridad, que la contratara como secretaria en una de, sus empresas. Finalmente, se fue a vivir con ella a su chalé de Pozuelo, una casa en la que Roldán se hizo construir una gigantesca caja fuerte que precisó de ocho personas para su traslado al sótano.Un abrigo de visón de la peletera Elena Benarroch y un reloj Cartier fueron algunos de los regalos con los que Roldán obsequió a su novia. Esta relató ayer que, entre sus planes, estaba el matrimonio, pero apareció en escena Blanca Rodríguez-Porto, la esposa actual de Roldán, y su relación se rompió. Ambas mujeres, procesadas, volvieron a intercambiar algunas breves palabras en la sala.

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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