González dice que "la concentración excesiva de liderazgo no es buena"

"El PSOE existe, pero es verdad que una excesiva concentración de liderazgo no es buena. En la medida en que eso me concierne, he optado por pasar el relevo". Así responde Felipe González a una pregunta del diario Le Monde sobre la existencia real del partido más allá del "felipismo".El ya ex secretario general del PSOE considera que su partido "no necesita un nuevo programa porque en las últimas elecciones fue respaldado por el 39% del electorado", pero en cambio sí cree necesario reflexionar "sobre un concepto esencial como el de solidaridad".

González se deja llevar por el discurso de Tony Blair que "nos dice que debemos compartir la globalización, la economía abierta, etc., y que hay que aceptar que la realidad ha cambiado y proyectar nuestros principios en esa realidad, y no lo contrario". De ahí que González no quiera hacer como la derecha, que "enarbola viejas fórmulas", y proclame que "la izquierda no debe avergonzarse al confesar su perplejidad".La cuestión europea está decididamente en el futuro que Felipe González parece soñar: "Quiero seguir luchando por la renovación de ideas y participar en el gran debate de la izquierda, en España, en Europa y a nivel euroamericano".A la UE actual le reprocha que sea la suma de los intereses de los distintos países, que esté falta de una visión". "Aznar", dice, "limita la política europea a los estrictos intereses nacionales, piensa que la influencia de España en la UE depende de que satisfazcamos más o menos bien los criterios de Maastricht". "Hay que pensar globalmente en Europa incorporando los intereses nacionales. Pero es preocupante ver en cada país un, exceso de nacionalismo que va a contracorriente de la historia".

El ex presidente del Gobierno considera que "Europa no es ni de derechas ni de izquierdas.", pero subraya que "en un mes, un tercio de la Unión Europea ha decidido cambiar de Gobierno". Y aprovecha para tomar la iniciativa. "Actualmente, con nueve jefes de Gobierno socialistas en Europa, será necesario proponer nosotros mismos ideas y dejar ya de reclamar". "El socialismo democrático en Europa aún sigue mostrando", se queja, Ias características de la oposición, en lugar de actuar en una lógica de poder".

"Equivocado de generación"

Su despedida al frente del partido socialista la concluye así: "Tengo 55 años, cuatro menos que Jospin y la edad que tenía François Mitterrand cuando lanzaba desde Epinay su operación para llegar a la presidencia de la República. Yo ya he dirigido el partido durante 24 años y he gobernado durante 13. Creo que con eso basta: es evidente que me he equivocado de generación".Y sobre sus planes inmediatos, recuerda que la Internacional Socialista le ha encomendado dirigir un debate ideológico y, además, cuenta con "cientos de invitaciones para participar en foros de reflexión". En octubre abrirá en Santiago de Chile un debate sobre las reformas del socialismo ante el siglo XXI.