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34º CONGRESO DEL PSOE

González plantea que los delegados elijan la ejecutiva con listas abiertas para calibrar el peso de cada uno

Anabel Díez

El secretario general del PSOE, Felipe González, propondrá a los delegados del 34º congreso, que empieza mañana, que sean ellos mismos los que elijan a los miembros de la nueva comisión ejecutiva federal para calibrar los apoyos de cada uno. Si no hay oposición, los socialistas cambiarán en el congreso los estatutos estableciendo las listas abiertas frente al sistema de lista cerrada y bloqueada actual. Así lo ha manifestado el líder socialista a distintos dirigentes de su partido y ayer mismo a una delegación de las Juventudes Socialistas. En esta reunión les animó a que "sacudan" al partido con ideas.

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Mientras tanto, destacados guerristas se reunían con el vicesecretario general, Alfonso Guerra. El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, afirma que no estará en una ejecutiva en la que no esté Guerra. "En la vida hay pocas ocasiones de demostrar que se es decente y a mí se me ha presentado", dijo.Al final, este 34º congreso, que empieza mañana y se clausura el domingo, puede deparar más sorpresas y sobresaltos que la única que se preveía: la exclusión de Alfonso Guerra. Colaboradores de Felipe González aseguran que los ciudadanos y los militantes van a percibir que empieza de verdad "una nueva etapa". El cambio en el sistema de elección de la ejecutiva federal puede ser uno de los platos fuertes.

En las últimas horas se están elaborando en el PSOE distintas fórmulas de elección con la premisa de dar participación a los delegados. Lista cerrada pero desbloqueada, es decir, que los delegados puedan tachar los nombres que quieran pero, no sustituirlos por otros, o lista totalmente abierta para que se presenten todos los que quieran y, después, se ordena esa lista hasta 20 ó 23, de acuerdo con el número de votos de cada uno obtenga. La asignación de secretarías sería un paso posterior.

La idea de las listas abiertas la ha expresado Felipe González en los últimos días en grupos reducidos y ayer mismo ante una veintena de jóvenes socialistas con los que se reunió en su despacho de las afueras de Madrid. González no ha entrado en las cuestiones técnicas pero hay un grupo de personas que trabaja en esa materia. De entrada reconocen la "complejidad" de encontrar una fórmula que "no se lleve por delante a la corriente Izquierda Socialista" y que respete la cuota establecida para las mujeres, reconocía uno de los técnicos que estudia distintas propuestas.

Si la fórmula de lista totalmente abierta se aprueba se verá con claridad qué apoyos tiene cada cual. Se piensa en Alfonso Guerra en el supuesto de que se presentara. Si en la ordenación de una hipotética lista los votos que pueda obtener le llevan al número quince o veinte, quedaría demostrado que la organización mayoritariamente no le sitúa en el segundo puesto jerárquico, señalan estos interlocutores.

Por muchos deseos que se tenga de remover de su puesto a Guerra, los problemas que puede acarrear el sistema de listas abiertas no se oculta al aparato del PSOE. Cada vez que este asunto se ha planteado, diferentes líderes regionales han afirmado que la situación se volvería "ingobernable". Hay que tener en cuenta que si la ejecutiva federal adopta este modelo, de inmediato se trasladaría a las direcciones locales, provinciales y regionales.

Uno de los actuales partidarios de este modelo reconoce que no siempre se utiliza de manera "constructiva" sino que es habitual una motivación "de castigo". Ponen como ejemplo al PSC (Partit dels Socialistes de Catalunya) que en su último congreso adoptó las listas abiertas. "Todos los capitanes -versión catalana de los barones del resto de España- se pusieron de acuerdo para castigar a Raimon Obiols", recuerdan.

Voto de castigo

Aún así, Felipe González está muy interesado en llevar a la práctica fórmulas innovadoras, como ya se hizo en el anterior congreso implantando el voto individual y secreto de los delegados frente al anterior modelo en el que sólo votaba el cabeza de delegación.Ajenos todavía a estas cuestiones se encontraban ayer los miembros del sector guerrista. Sus más destacados representantes se reunieron con Alfonso Guerra en su despacho de la calle Ferraz. Francisco Vázquez, alcalde de La Coruña, Francisco Fernández Marugán, Matilde Fernández y Txiki Benegas fueron algunos de los que estuvieron con el vicesecretario.

A los oídos de Rodríguez Ibarra llegó la versión de que previsiblemente aceptaría estar o presentarse para la ejecutiva. "Si Alfonso Guerra no está en la ejecutiva yo no estaré", dijo el presidente extremeño a este periódico. "Es injusto y sin sentido prescindir de Guerra". El político extremeño dará esta opinión hoy mismo al resto de los secretarios regionales cuando se reúnan con el secretario de organización, Cipriá Ciscar. Ésta será la última ronda para preguntar cuántos secretarios regionales están a favor de que haya o no vicesecretaría. De nuevo habrá catorce frente a tres. Rodríguez Ibarra dirá que a los del "sí" hay que sumar a Felipe González: "Yo no le he oído decir que no quiera que Alfonso esté".

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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