Hermosura ida
Al poco de salir de Madrid por la carretera de Colmenar, apenas pasado el Ramón y Cajal uno o dos kilómetros, hay una hermosa Finca cuajada de almendros y árboles frutales. En febrero o marzo, sus flores blancas y malvas eran siempre el mejor y más bello anuncio de la primavera. Y he dicho eran porque me temo que en el futuro no volverán a serlo. Un enorme cartelón anuncia desde hace poco la construcción de viviendas.El descubrimiento me ha producido una gran desolación. Cada árbol que desaparece, es una herida irreparable.- .
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