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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

"Gastrorrecordman"

Debe estar muy contento de sí mismo o le deben alabar mucho los amigos cuando Ruiz-Gallardón se atreve a batir el récord gastronacional, gastroeuropeo y quizá gastromundial, celebrando (con dinero público y deudas infinitas) tres multitudinarios banquetes en sólo un mes, el de mayo pasado.Helos aquí. Primer banquete: a primeros de mayo, en el Día de la Comunidad de Madrid. Ruiz Gallardón concentra en el bellísimo palacio de Maudes a millares de invitados de todas las tendencias, profesiones y linajes de los VIP, En dicho palacio comienzan las primeras pruebas gastronómicas y bromatológicas, cuya maestría se concentra en la velo cidad prensil de ambas manos: derecha, una copa; izquierda, un canapé; derecha, segunda copa; izquierda, taco de jamón; derecha, tercera copa; izquierda, pincho de tortilla; derecha, cuarta copa; izquierda, langostino.

Segundo banquete: a mediados de mayo, y para celebrar el segundo aniversario de la toma del poder, la presidencia de la CAM, o del "Gobierno de Madrid", frase equivocada para unos y subliminal para otros, con tendencia a significar no la parte comunitaria (Madrid=provincia), sino el todo nacional (Madrid=caput et forum Hispaniae, Madrid, capital y foro de España). En este segundo banquete, los ya maestros en el pala deo bromatológico movían con mayor rapidez, casi simultánea mente, los dos brazos prensiles, las dos manos: derecha, copa; izquierda, canapé; derecha, segúnda copa; izquierda, taco de ja món, etcétera.

Y a finales de mayo, fiesta y tercer banquete por la ubicación total de Telemadrid en Pozuelo de Alarcón. Esta vez, los voraces invitados, en número cerrado y mágico de 3.000, ya con master gastronómico, vaciaron con rapidez lumínica las bandejas, platos, botellas, copas y lo que cayera en la periferia de cada uno. Gallardón sudaba de felicidad anfitriónica, y los invitados más literatos rimaban en alta voz: "¡Qué buen anfitrión, qué bueno, Ruiz-Gallardón!". (Algún día la alegría será total y comunitaria, cuando Ruiz-Gallardón, con inversores propios y extraños, con prensa, radio y televisión independientes y saneadas, inaugure varias e inmensas fábricas y multinacionales activas donde se coloquen muchos millares de parados madrileños que hagan disminuir ostensiblemente esos 400.000 sin PER alguno. Así podrá reírse de Lissavetzky, que le acusa de haber colocado sólo a 9.000 en dos años).-

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