La nueva junta del Ateneo se estrena con una conferencia de Martín Gaite

Las palabras de Carmen Martín Gaite tuvieron ayer efectos balsámicos entre el sector del Ateneo afín a la nueva junta gestora, que se alzó con el poder de la institución la semana pasada. La escritora salmantina cosechó un minuto largo de cerrada ovación con una conferencia, Pequeña memoria del Ateneo, en la que alabó "el ejemplo de generosidad" de los jóvenes que han encabezado la sublevación.

Martín Gaite sostuvo que lo sucedido en la calle del Prado, 21, en los últimos días han sido "movimientos", y enfatizó: "Nada grave, que aquí nadie ha pegado un tiro". La autora de Nubosidad variable sigue significándose como el principal -de momento, casi único- respaldo ilustre del que gozan los rebeldes, aquellos que han derrocado a la junta de gobierno encabezada por el profesor de la Complutense Paulino García Partida. "Esta movida", argumentó Martín Gaite,"supone que se mueve algo en el Ateneo, donde se había ido perdiendo lo que siempre tuvo de autóctono: la opinión de sus socios".La adhesión a sus palabras fue total en la ayer abarrotada sala de la Cacharrería. Sin em bargo, tampoco puede decirse que el ala ateneísta afín a la junta gestora sea una piña. Por lo pronto, su presidente, Juan Cruz Cuenca, un andaluz de 70 años, de carácter impetuoso, fue acallado por los asistentes en mitad de su comentario posterior a la conferencia. Cruz, que se entretiene repartiendo poemas por los pasillos, se defendió atacando: "En este Ateneo nunca se ha leído. El que no quiera hablar, que se calle". También se ha instalado entre los nuevos gestores la sensación de que algunos socios desaparecidos pululan ahora por la institución para apuntarse al carro. Se lo espetaron ayer a Isabelo Herreros, el líder de Izquierda Republicana, a lo que él adujo: "Vengo ahora que ha vuelto la democracia".