El presidente del Senado pide un pacto general para culminar "el diseño del Estado"
El presidente del Senado, Juan Ignacio Barrero, afirmó ayer que "ha llegado el momento de concluir un pacto o un acuerdo general entre los partidos de ámbito estatal y las fuerzas nacionalistas democráticas" para culminar "el diseño del Estado".En una conferencia pronunciada en el Club Siglo XXI, de Madrid, Barrero defendió la idea de que el Estado de las Autonomías debe respetar el principio de que "no existe una pluralidad de Españas, sino una España plural", y rechazó el concepto de "soberanía compartida" por incompatibilidad con la Constitución. "Los hechos diferenciales", remarcó, "deben tener un tratamiento que nos permita salvarnos del igualitarismo sin desembocar en la discriminación".
Barrero criticó a los socialistas por oponerse al sistema de financiación autonómica propuesto por el PP y aseguró, en contra "de los discursos alarmistas y catastrofistas ", que 1a unidad de España no está en peligro".
El presidente del Senado dio por "plenamente consolidado" e "irreversible" el sistema autonómico y criticó a los "grupos marginales" que lo discuten definiéndoles como "militantes del fundamentalismo autonóinico".
Para Barrero, "el desarrollo del Estado ha de pasar indefectiblemente por la búsqueda del acuerdo de todas las fuerzas parlamentarias, incluidas las que no respaldaron explícitamente la Constitución". Desde su punto de vista, desde 1993 los partidos nacionalistas "han ejercido y ejercen una indudable influencia en la gobernabilidad", lo que se ha traducido "en una cierta aceleración del proceso de descentralización política".
Diferencias y privilegios
Sobre los llamados "hechos diferenciales" opinó: "La constatación de la diferencia no debe llevarnos a que las partes del sistema intenten ser cada vez más diferentes, sobre todo si esta mayor diferencia no está prevista". Desde su punto de vista, la singularidad y la diferencia no consagran un derecho a la desigualdad ni pueden conducir a situaciones de privilegio de unos ciudadanos españoles respecto a. los restantes.
Barrero señaló que el principio de "soberanía compartida", defendido por Jordi Pujol, es "legítimo desde el punto de vista doctrinal o ideológico", pero "incompatible con la Constitución". Aplicar ese principio "exigiría una reforma constitucional que (...) no es defendible ni política ni jurídicamente".
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