Ruiz-Gallardón y el alcalde se alaban en público, pero mantienen sus discrepancias

Las Jornadas de Política Municipal y Autonómica que organizó ayer el PP para celebrar sus dos años de Gobierno en la región no sirvieron para limar asperezas entre el alcalde, José María Álvarez del Manzano, y el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón. Ambos políticos se elogiaron mutuamente ante los centenares de políticos y afiliados que asistieron al encuentro. Pero, en el fondo, no retrocedieron ni un milímetro en sus pretensiones. Entre halago y halago, una pequeña pulla al otro. Eso sí, disimulada con calificativos como honesto, eficaz o entregado.

"Nos han puesto [la Comunidad] condicionamientos al Plan General. Los aceptarnos. Y ya vetemos cómo se puede solucionar el problema. Hemos aprobado el Plan General gracias al buen sentido común del presidente", dijo ayer el alcalde, José María Álvarez del Manzano, ante los cientos de asistentes a las Jornadas de Política Municipal y Autonómica.Alberto Ruiz-Gallardón le respondió momentos después: "Si [Álvarez del Manzano] no hubiera ganado, si no hubiera gobernado en legislaturas anteriores con eficacia, entrega y honestidad, yo hoy no sería presidente de la Comunidad".

Acabadas las jornadas, el alcalde fue preguntado si sus palabras significaban que había desistido de encargar un informe al secretario municipal para que determinase si los recortes hechos por la Comunidad al Plan General eran o no legales. "No. El informe sigue encargado. He querido decir que acepto el Plan General [de la Comunidad] y que no hay inseguridad Jurídica alguna [a la hora de conceder los permisos municipales]", respondió. Ningún miembro del Gobierno regional quiso ayer comentar estas declaraciones.

40 correcciones

Comunidad y Ayuntamiento mantienen una fuerte disputa en torno al Plan General Urbano. El Gobierno impuso 40 correcciones y rechazó seis grandes proyectos municipales antes de dar su aprobación definitiva al plan elaborado por el consistorio. Entre los proyectos rechazados se cuenta la rebaja en la edificación prevista de los 900 pisos que el municipio pensaba construir en el barrio de Valdemarín y las 320 casas de la Mina del Cazador, entre la Casa de Campo y Aravaca. A los pocos días de hacerse públicos estos recortes, el alcalde, a iniciativa del PSOE municipal, ordenó al secretario del Ayuntamiento que redactase un informe que aclarase si era legal no el documento definitivo aprobado por la Comunidad.El alcalde lanzó ayer, además, varias pullas al Gobierno regional. Recordó que entre sus planes se encuentra crear Centro Integral de Carabanchel [la remodelación de la antigua plaza de toros], que podrá competir con la Monumental, gestionada por la Comunidad.

El regidor reconoció también que su equipo de gobierno estaba "permanentemente asediado" por la polémica generada, con la destrucción de los restos arqueológicos de la plaza de Oriente y la puesta en marcha de la incineradora de Valdemingómez. "Bajo la plaza de Oriente no había nada" y "Valdemingómez no daña la salud", dijo el alcalde. En ambas actuaciones, la Comunidad de Madrid puso grandes peros a la gestión municipal. Incluso se produjeron situaciones de tensión entre los políticos municipales y autonómicos.

Aprovechó también su intervención para responder a las recientes acusaciones lanzadas por la oposición municipal, entre ellas las que le comparaban con Atila por su política urbanística. Aseguró que tienen razón cuando le llaman Atila, porque "fue él quien acabó con la corrupción y con las mandangas del régimen anterior". Y bromeó: "Soy el rey de los hunos porque llegué el primero". Igualmente se sintió orgulloso de que la oposición le califique de inagurator. "Tienen razón", y comenzó a recordar todas las inauguraciones que ha realizado en los dos últimos años y las que le quedan por efectuar.

Por su parte, el presidente regional hizo mención a que "cada vez más ciudadanos apoyan al PP" y que los votantes "exigen entendimiento y coordinación" entre las Administraciones. "Hemos venido a protagonizar un cambio histórico como es el entender la política como un servicio a los ciudadanos", comentó.