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Boquerones a la salud del alcalde

Malestar entre los tenderos de Madrid por la recomendación municipal para que se evite el consumo de pescado crudo porque puede tener larvas

Paz Álvarez

El boquerón corrió ayer de boca en boca por los mercados y bares de Madrid. La recomendación que hizo el viernes el alcalde, José María Álvarez del Manzano, a los madrileños de no comer pescado crudo, preferentemente boquerones en vinagre y salmón ahumado, portadores de unas larvas (anisakis) supuestamente dañinas para la salud, fue el tema de conversación entre clientes y tenderos, la mayoría pescaderos.Un tira y afloja. Unos por saber qué había de cierto en lo, que decía el Ayuntamiento, y otros ansiosos por despachar cuánto antes la mercancía.

"Lo del alcalde no tiene nombre. ¿De dónde se ha sacado él que los boquerones son malos. Llevo toda la mañana dándole explicaciones a la clientela. Y, cIaro, muchos desconfían", dijo ayer un empleado del mercado de Torrijos (en el distrito de Salamanca).

En el puesto de variantes Navas,. del mismo, establecimiento se despacharon en toda la mañana una docena de tarrinas de boquerones en vinagre. El encargado del local, Alberto Navas, calificó la recomendación del Ayuntamiento como "una tontería del señor alcalde, que lo único que quiere es hundir al pequeño comerciante".

Y añadió:" En este puesto llevamos 50 años vendiendo boquerones y nunca hemos tenido ningún problema, y hoy hemos vendido como siempre. Que nos enseñen los informes de sanidad y nos digan la verdad... Lo único que quieren es que la gente compre congelados en los hipermercados, que es de donde se lleva las comisiones el Ayuntamiento".

Una clienta de este mercado, Concepción Regueras, apostilló: "Mira por donde, hoy voy a comer boquerones. Si hacemos caso de todo lo que dicen que es perjudicial, no comeríamos nada".

En el escaparate de una tienda, situada en la esquina de la calle de Castelló con Hermosilla, se ofrecían a 275 y a 375 pesetas el envase de boquerones en vinagre.

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El responsable del local aseguró que en toda la mañana no había despachado ni una sola tarrina y que ignoraba que el concejal de Salud del Ayuntamiento, Simón Viñals, hubiese puesto en cuarentena este pescado: "No sabía que había dicho eso el alcalde, ni tampoco me lo ha comentado ningún cliente, pero ahora que lo dice, la verdad es que no he vendido nada hoy". Después intentó justificar lo anterior: "Al ser sábado la clientela fija de este barrio suele marcharse fuera... De todas formas, al boquerón no le pasa nada. Si se ha comido toda la vida".

En el mercado de La Paz, próximo a la exquisita calle de Serrano, también se hablaba de este pescado azul. La dueña, del puesto de La Alacena, María Oliva Fernández, andaba bastante enfadada con el alcalde, el concejal de Salud y, cómo no, con los medios de comunicación."Pero ¿cómo se puede dar a bombo y platillo una información que cojea por todos lados? Eso es sensacionalismo. Si tan malos son los boquerones, que prohíban comerlos, pero que no generen alarma entre la gente cuando no la hay. Que nos prohíban venderlos, pero que no intenten perjudicarnos, porque lo único que hacen es hundir al pequeño comercio".Tras el desahogo, la tendera Fernández aseguró que no había notado disminución en las ventas de este pescado que ella misma aliña con vinagre y peregil. "Algunos clientes me han comentado si era cierto lo que decía el periódico. Y yo qué voy a contestar, que no hay peligro alguno, y puedo explicar por qué". Y lo explicó."Dicen que sólo se puede comer pescado que no esté frito, congelado o cocico. Pues el boquerón, al estar metido en vinagre durante horas, está cocido. Y bien cocido, con todas las bacterias muertas", razonó la señora, que aseguró que tomaría un aperitivo a la salud del alcalde. También en los bares de- este mercado se bromeaba con los consejos del Ayuntamiento.El dueño del bar Espe, Andrés Vázquez, servía cañas de cerveza con boquerón de acompañamiento incluido. "Y nadie me ha dicho que se lo retire. Hoy voy a servir más raciones a costa del alcalde", contó el camarero.En la barra, los clientes, entre ellos algunos extranjeros, que se hospedan en un hotel próximo al mercado, alabaron tan "exquisito manjar".

Una clienta intervino: "Lo hemos comido siempre, y nunca nos ha pasado nada", dijo una clienta. "El secreto está en el aceite", remató el dueño del establecimiento, "que tiene que ser puro de oliva".

Para él pescadero Ramón Martín, esta "guerra al boquerón" repercutirá en el comercio. "A lo mejor no, pero dentro de unos días, como se siga metiendo miedo a la gente, dejarán de comprar pescado", aseguró este hombre.

De momento, no había notado desconfianza entre los clientes. "Algunos me han preguntado qué larva era esa y si era tan mala como decían. Lo único que digo es que la gente esté tranquila, que para nada hay peligro", señaló.

El encargado del bar Berlanga, Carlos Guadalupe, no preparó ayer boquerones en vinagre. Fue más bien por pereza que por precaución: "¿Que ha dicho el alcalde que no comamos boquerones ... ? Pues que sepa que el lunes próximo los preparo".

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Sobre la firma

Paz Álvarez
Periodista especializada en gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, tiene un programa de desarrollo directivo por el IESE. En 1993 comenzó a escribir en la sección de Madrid y, en 1997, se incorporó al diario CincoDías, donde creó la sección de Directivos y ha sido jefa de la sección de Fortuna hasta 2022.

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