Julieta no muere

Al terminar la función, en la puerta del teatro, una decena de adolescentes corean al unísono ¡Romeo, Romeo!" (ellas) y Julieta!" (ellos). Uno de los chicos, contraído el gesto por los nervios, entra en la sala para pedirle a Julieta un beso, que obtiene. No podía esperar José, Luis mejor broche de oro a un día tan señalado como el de ayer. Junto con sus compañeros, 140 alumnos de un centro de educación especial de Aravaca de entre 6 y 19 años y con deficiencias psíquicas de diferentes grados, fue a una función de teatro: Romeo y Julieta, creada para ellos por la compañía El Globo Rojo.La actividad forma parte de una campaña organizada por la División de Educación Especial del Ayuntamiento madrileño, en la que participarán algo más de 2.000 alumnos y que finalizará el próximo día 18, después de haber actuado en 20 centros distintos.El Globo Rojo realizó el pasado curso otras 20 funciones de su montaje Cuéntame un cuento en centros de educación especial. El resultado fue tan satisfactorio que la compañía decidió montar la tragedia de Shakespeare, con el subtítulo Un final feliz. Porque en esta versión ni Julieta ni Romeo mueren; sólo dan un pequeño susto a sus enfrentadas familias para hacerles comprender que su amor está por encima de rencillas seculares.Hay otras adaptaciones, como son la escasez de diálogos, la introducción de cada escena mediante un narrador o la prioridad del ritmo, el movimiento y los efectos visuales frente a la palabra. Y así cantan con éxito la atención de estos chicos.Antes de ir al teatro, los profesores han trabajado en clase con sus alumnos, les han contado el argumento de la obra y les han dado una función como recoger las entradas o acomodar a sus compañeros. Además, al acabar la representación, el público pregunta a los actores: la mayoría quería saber ayer si se habían hecho los vestidos o el decorado o cuáles eran los nombres reales de los actores. Casi al final, una chica preguntó: "¿Por qué muere Julieta?", y una de las actrices le espetó: "Pero si Julieta no muere". Parece que Un mundo sin barreras, nombre de esta campaña, puede ser posible.