Venganza en La Jonquera
400 agricultores cortan cinco horas la frontera, pero no logran bloquear camiones franceses
"Sí la policía actúa, poneos las manos en la cabeza, agachaos y tranquilidad". 9.50 horas. La Jonquera (Girona). Era la consigna, pero no hizo falta. Más de 400 agricultores, convocados por la organización agraria COAG, comenzaban así ayer el bloqueo al paso fronterizo con Francia en protesta contra los ataques a los productos españoles.Seis horas después, objetivo casi cumplido. El tráfico entre España y Francia había quedado cortado, aunque los camiones franceses habían eludido el bloqueo usando rutas alternativas. Pese a la numerosa presencia de efectivos de la Guardia Civil, el carácter pacífico del acto, no sin momentos de tensión, evitó la intervención policial.
El área fronteriza de La Jonquera recibió a los agricultores procedentes de distintas comunidades autónomas con la decidida intención de impedir sólo la entrada de vehículos en España procedentes de Francia. Durante dos horas así se hizo, ante la mirada atenta de efectivos de la Guardia Civil de Tráfico y miembros de una unidad de intervención rápida del mismo cuerpo. Pero no hubo ningún incidente.
Hasta entonces, más de un centenar de camiones había quedado bloqueados en los seis kilómetros que distan entre La Jonquera y la frontera francesa. Sin embargo, tras advertir que la inmensa mayoría, salvo dos, eran españoles, el coordinador general de COAG, Miguel López Sierra, propuso suspender una hora la protesta.
En la reanudación del bloqueo, más de lo mismo. Hasta que los agricultores optaron por cortar el tráfico en ambos sentidos en la Nacional II y la Autopista 7. Tras momentos de tensión con la Guardia Civil, que incluso amenazó con cargar, los agricultores no cejaron en su empeño. Y dos horas después dejaban a ambos lados de La Jonquera, sobre todo en dirección a Francia, un gran atasco y colas kilométricas de turismos y camiones.
La policía francesa planteaba a los camioneros retenidos que optasen por rutas alternativas, aunque la mayoría decidió parar en áreas de descanso. Los camioneros españoles que llegaban al lugar de la protesta tras cruzar la frontera avisaban a los agricultores que la policía del país vecino había respondido al corte de las carreteras extremando los controles a los vehículos de matrícula española. El coordinador de COAG no atendió la petición de la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, que el jueves in-, tentó sin éxito convencera López Sierra de que suspendiera el bloqueo. El aviso había terminado.
"Basta ya" a la agresión de los agricultores franceses, que se repite desde hace 15 años, clamaban los concentrados, que aunque sólo fueran una minoría, se mostraban partidarios de acciones más contundentes, que no recibieron el apoyo de los organizadores.
La protesta, que había sido convocada por COAG y la patronal del transporte Fenadismer, que no se dejó notar en el acto, exige una respuesta clara no sólo de los gobiernos español y francés sino también de la Unión Europea. Las exigencias de los agricultores españoles son claras: sanciones para los países que, como Francia, impidan el libre tránsito de mercancías.
Y para ello exigen al Gobierno que haga del conflicto una cuestión de Estado y presione a los Quince incluso bloqueando institucionalmente acuerdos comunitarios, tal y como hizo Gran Bretaña con el problema de las vacas locas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.