La fiscal concluye que Milud fue arrojado al metro intencionadamente
El juicio contra Manuel Neves, el ciudadano portugués acusado de arrojar al metro al argelino Milud Jedari, quedó ayer visto para sentencia. Neves, de 26 años, se despidió del tribunal explicando que sería injusto que, "para contentar a la sociedad", se le imponga un castigo por algo fortuito. A Milud se le considera un héroe porque, presuntamente, fue "empujado" por el acusado a la vía cuando intentaba evitar que agrediese a una chica. La fiscal concluyó ayer que la agresión a Milud fue intencionada.
Las tres sesiones del juicio no han variado la opinión de las partes sobre la tragedia que tocó vivir a Milud el 30 de abril de 1996 en la estación de Embajadores (perdió un ojo y una pierna). La fiscal y el abogado de Milud mantuvieron su acusación de homicidio frustrado, mientras que la defensa insistió en la absolución.Aun reconociendo la existencia de testimonios contradictorios sobre los detalles del suceso (básicos para conocer si hubo intencionalidad), la fiscal abundó en los testimonios incriminatorios. En su opinión, éstos revelan que Neves "arrojó voluntariamente" al metro a Milud, y que su acción fue dolosa: medió "intención de matar", o, al menos, "asumió" esa posibilidad. Se basó en el contexto de la acción de Neves para tratar de demostrar que sí existió un ánimus necandi (intención de matar). Entre otros indicios, apuntó el que "huyera" del lugar y los comentarios que hizo tras el suceso: primero, a los camareros de un bar ("creo que he matado a un hombre"), y, después, a los policías que le detuvieron en su casa ("ya sé a qué venís"). También se refirió al "arma empleada" para conseguir ese fin: "arrojarle al metro" -Milud fue arrollado "por dos vagones", recordó-. La fiscal reprochó a la abogada de la defensa sus continuos alegatos a los antecedentes penales de la víctima, ajenos a los hechos que se enjuiciaban, lo que interpretó como un intento de "desprestigiarle". "Lo único que hizo este señor fue proteger a una chica de una agresión".La seguridad en el metro
Jerónimo Martín, abogado de Milud, centró su intervención en la responsabilidad civil. Para Martín, que reclamó una indemnización de 150 millones, la responsabilidad subsidiaria es del metro. Sostiene que cuando una persona adquiere un billete tiene derecho a que la compañía vele por su seguridad. Lo máximo que al respecto podría hacer el tribunal que preside José Luis Calvo Cabello esconcederle la posibilidad de acudir a la vía civil, para que pleitee una indemnización, ya que la compañía no ha sido parte en este juicio. Martín recordó que Milud tiene 25 años, está inválido y necesita dinero con el que costear la ayuda que precisa para sobrevivir sobre una silla de ruedas. Es posible que haya que amputarle la otra pierna.Más de dos horas duró la intervención de Amparo Banqueri, abogada de Neves. Reclamó "la absolución con todos los pronunciamientos favorables". "De lo contrario, recurriré", avanzó. Banqueri diseminó las contradicciones de los testigos de cargo y apeló al tribunal para que, ante cualquier duda, aplique el principio in dubio pro reo (en caso de duda, la versión más favorable ). La letrada dejó entrever que casi todos los testigos -los que taxativamente aseguraron en el juicio que Neves arrojó adrede a Milud a la vía- eran amigos, y que la verosimilitud de sus versiones se debía "a las ocho horas que estuvieron juntos en comisaría" tras el suceso. Puso como ejemplo la grave contradicción del único testigo, a su juicio, imparcial: el conductor del tren. Éste declaró a la policía que, al llegar a la estación, vio a una persona arrojar a Milud a la vía. En el juicio, en cambio, se desdijo y comentó que sólo había "notado un impacto". El conductor reconoció que su primera declaración estuvo influida por los comentarios que oyó en comisaría a los otros testigos. El tribunal tiene ahora la última palabra.
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