Expresiones
Para que le ponga un fax, me entrega mi hermano una carta dirigida a EL PAÍS referente al posible cambio de nombre de su calle: la avenida de Guadalajara.Leyéndola, no he podido evitar, pese a lo poco aficionado que soy a las cartas públicas, dirigirle la presente, señor alcalde, recordando el encontronazo que tuvo usted sobre el tema con un concejal de Izquierda Unida que cuando dijo que los vecinos de la zona podían ser rojos pero no gilipollas, usted le instó enérgicamente a que moderara su lenguaje amenazándole además con medidas más severas.
Su tono, señor alcalde, me dejó preocupado porque me sonó muy parecido a un "se sienten, coño" de triste recuerdo. Quisiera rogarle desde aquí, señor alcalde, que en el futuro tenga en cuenta que los que tuvimos menos oportunidad que usted, aunque nos expresemos de forma que le parezca grosera, debemos ser escuchados con el mismo respeto entrando en lo que decimos y no en cómo lo decimos. Muchas veces decimos, aunque sea groseramente, menos maldades que la mayoría de los cultos.
Y no quisiera terminar este escrito sin dar mi opinión sobre el verdadero tema, que es el cambio de nombre de la avenida de Guadalajara, pero como soy de la zona escogeré con cuidado las palabras para darla en la confianza que no le parecerá tan grosera como la del concejal:
Pretender resolver los problemas de la avenida de Guadalajara cambiándole el nombre, ¡manda güevos!.
Ea, si lo hay, quede usted con Dios, y que Él le guarde muchos, muchos años su vida, su salud y su hacienda; eso sí, si pudiera ser por el bien de los ciudadanos de Madrid, que no le deje mucho más en el cargo.-
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