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La perspectiva de un euro amplio y débil impulsa al dólar hasta las 146 pesetas

Victoria Carvajal

La victoria de la izquierda en Francia, más flexible en la interpretación de los criterios de convergencia, y los polémicos planes del Gobierno alemán de tapar sus agujeros presupuestarios con la revaluación de oro del Bundesbank, banco central alemán, han puesto en el ojo del huracán el proceso de unión económica y monetaria (UEM). Más que un retraso, los mercados apuestan por la constitución de un euro formado por muchos países, incluido Italia, y con menos credibilidad que la ansiada por los bancos centrales europeos. La mejor prueba de ello fue ayer la fuerte subida del dólar frente a todas las monedas europeas y, en especial, el marco alemán. Rozó los 1,73 marcos y las 146 pesetas, frente a 1,70,50 y 144,50 del viernes pasado.

La incertidumbre en torno a la credibilidad y fortaleza de la futura moneda única europea ha devuelto al dólar su carácter de moneda refugio en los mercados internacionales. La moneda estadounidense recuperó ayer los niveles de principios de mayo, cuando su cotización frente a las monedas europeas fue la más elevada del año.Al mismo tiempo, las divisas llamadas periféricas, aquéllas más alejadas de la convergencia, como la lira y la peseta, ganaron posiciones frente al marco, la divisa más perjudicada por su participación en un curo débil. El marco cerró a 84,45 pesetas y 984 liras cuando por la mañana llegó a 84,93 pesetas y 995 liras.

El mercado de deuda tuvo un comportamiento similar. Las rentabilidades subieron de forma más notable en Alemania, en reflejo de la menor confianza de los inversores a la política antiinflacionista del Gobierno de Bonn.

De hecho, desde que el pasado día 15 el ministro de Finanzas alemán, Theo Waigel, anunciara sus planes para revaluar las reservas nacionales de oro con el fin de sufragar el último desfase presupuestario que se ha descubierto -unos 15.000 millones de marcos (1,26 billones de pesetas)-, los tipos de interés a largo plazo alemanes han subido 0,25 puntos. Bonn necesita financiación extra para evitar que el déficit se desvíe de los 53.000 millones de marcos previstos para este ejercicio, clave para pasar el examen de Maastriclit.

La deuda española e italiana apenas se vieron afectadas por las ventas en Alemania. Es más, Italia, país que tiene ahora mayores posibilidades de incorporarse al curo desde el inicio si los criterios se interpretan de forma flexible, avanzó con claridad.

El diferencial entre las rentabilidades a 10 años de Alemania y España, que refleja la confianza de los inversores en la capacidad española de lograr la convergencia, se estrechó a 0,72 puntos porcentuales frente a los 0,75 del viernes.

Cambio de expectativas

El cambio de expectativas en los mercados no viene motivado por la falta de compromiso de los gobiernos europeos con el proyecto. "El compromiso de seguir adelante con el curo es más importante que nunca y la polémica decisión de Alemania de revaluar el oro es muestra de ello", señala Henrick Lumholdt, economista jefe de Bank of America España. "Hay problemas técnicos pero se van a resolver porque el curo es una decisión tan política que se sacará adelante a tiempo y con muchos países", añade.La causa de la fortaleza del dólar o de la debilidad del marco hay que buscarla en la nueva situación. que se ha creado en los dos países que formarán el eje fundamental de esa unión monetaria, Francia y Alemania.

La formación en Francia de un Gobierno de izquierdas, cuyo líder, Lionel Jospin, se ha mostrado contrario a recortar los gastos sociales y declarado partidario de que Italia y España estén en la unión monetaria desde el primer momento para evitar devaluaciones competitivas, "permite anticipar que París apoyará una interpretación más flexible de los requisitos de entrada en el curo", afirma Alfredo Urrutia, economista-jefe de Societé Générale España.

En opinión de este experto, el nuevo Ejecutivo socialista "dará más importancia a la tendencia en el cumplimiento de los criterios que al cumplimiento exacto de los mismos".

El hecho de que Jospin quiera contar en su gabinete con Jacques Delors, el anterior presidente de la Comisión Europea, refuerza, según Urrutia, la idea de que Francia mantiene su compromiso con el proyecto de UEM, pero con el deseo de poner un mayor énfasis en los aspectos sociales y menor en las cifras. Su principal objetivo es luchar contra el paro, que se sitúa en un récord del 12,8%.

Este cambio en la política, francesa debería ser inaceptable para Alemania, el país que ha venido defendiendo a capa y espada el cumplimiento estricto de los criterios de convergencia y criticado duramente a los socios europeos que han tratado de maquillar sus presupuestos para lograrlo.

"Pero la situación interna en Alemania es similar", añade Urrutia, quien opina que la propuesta del Gobierno de centro derecha de revalorizar el oro para financiar los agujeros presupuestarios de este año le resta autoridad moral para exigir rigor a sus socios. "El Gobierno de Kohl no puede, oponerse a una interpretación más flexible de los criterios ni a que otros países tomen medidas presupuestarias excepcionales para cuadrar sus cuentas", insiste este economista.

En este contexto, Italia, un país con escasa tradición en la estabilidad de los precios y poco austero en su gasto público, tiene unas probabilidades, muy altas de participar en la moneda única desde el inicio, coinciden en señalar los analistas consultados.

Oposición del Bundesbank

De ahí la negativa del Bundesbank, el bastión de la estabilidad de los precios y la fortaleza del marco desde la reconstrucción de Alemania, a que Waigel use parte de los ingresos que supone la revaluación de las reservas de oro -unos 60.000 millones de marcos- en reducir la deuda pública y, por tanto, el déficit prespuestario de este año.La revaluación de las reservas en manos de los bancos centrales europeos es una medida que se ha de tomar previamente a la creación del banco central europeo, es decir, antes de 1999. El Bundesbank no se puede oponer a que se revalúe el oro depositado en el banco central, pero sí a que los ingresos se usen para reducir el déficit. Varios consejeros de la autoridad monetaria expresaron ayer su temor a que la medida, además, siente un mal precedente de interferencia política en las decisiones de los bancos centrales.

Waigel hizo ayer un esfuerzo por intentar conciliar la propuesta del Gobierno de Kohl con los temores del banco central. Señaló que su deseo es alcanzar un acuerdo con la autoridad monetaria sobre la revaluación del oro y añadió que la discusión se centra en si se revaluarán las reservas en 1997 o 1998, informa Reuter. "Trataremos de hacerlo de mutuo acuerdo".

Entre las medidas alternativas que contempla Waigel para cubrir el nuevo agujero presupuestario figura subir los impuestos sobre los carburantes, rechazado por gran parte de la coalición de centro-derecha, o aprobar un nuevo programa de privatizaciones.

Al Gobierno español no parecen inquietarle las nuevas dudas que han surgido en tomo al curo. El ministro de Economía, Rodrigo Rato, restó ayer importancia a los efectos de las mismas en los mercados españoles. Para el ministro, los vaivenes de la Bolsa y la peseta en los últimos días "no truncan la confianza mostrada en la economía española por los inversores tanto dentro como fuera de nuestras fronteras". Rato, que asistió a unas jornadas sobre distribución comercial organizadas en Madrid por la Secretaría de Estado de Comercio, añadió que su equipo trabaja en la la contención del déficit público.

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