LA OTRA CARA DEL MIMO

La cara maquillada con pintura blanca y la posición de estatua con una rosa en la mano en la calle de Toro constituyeron hasta hace unos meses un elemento identificador del panorama callejero de Salamanca. Las gentes depositaban unas monedas ante el taburete-peana del mimo, y una leve inclinación agradecía el gesto por parte de quien quedó bautizado como el mimo de la calle de Toro. Pero resulta que el mimo de la cara cubierta por pintura blanca también se tapaba el rostro con pasamontañas oscuro y cambiaba la rosa por la pistola. El anónimo mimo de la calle de Toro pasó a ser fichado como Félix Caballero, de 39 años, cuando la policía lo detuvo -como no, en su calle de Toro- a finales del pasado enero, unos días después del atraco a una oficina de Banesto, de donde Caballero se había llevado 800.000 pesetas..., pero había olvidado una cartera con documentación. Y así se supo también que había sido el autor del atraco a otra oficina de Caja Rural, donde logró un botín de 237.000 pesetas, y antes, en una tienda de modas, se hizo con otras 170.000 pesetas, tras colocar contra la cabeza de la empleada el cañón de una pistola que resultó ser simulada. Ahora el mimo ha sido condenado a diez años y medio de prisión por los atracos, y se supo que ya tenía seis condenas anteriores. Caballero ni siquiera fue juzgado en la Audiencia Provincial, ya que previamente reconoció los hechos y aceptó la pena pedida por el fiscal.-